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jueves, 13 de noviembre de 2014

Manifestantes por el caso de Iguala incendian el Congreso de Guerrero

Las protestas para exigir resultados en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala han subido de tono en algunos estados de México y han terminado en disturbios. Este miércoles un grupo de 600 profesores ha prendido fuego al Congreso del Estado de Guerrero y han quemado documentación de la sede legislativa situada en la ciudad de Chilpancingo. Los docentes de la Coordinadora Estatal para Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) primero hicieron arder en el fuego algunos automóviles al exterior del Congreso y más tarde entraron al salón de plenos para y quemaron algunas tribunas de los legisladores. El edificio fue desalojado antes de que los maestros llegaran, por lo que 
ninguna persona resultó herida.
Al mismo tiempo, maestros y estudiantes bloquearon el tránsito en al menos tres carreteras del Estado de Guerrero. En estos cierres de vía, los manifestantes acostumbran suspender el cobro de peajes y piden a los automovilistas dinero para apoyar a los padres de los 43 estudiantes de magisterio que desaparecieron el 26 de septiembre después de un enfrentamiento con la policía de Iguala. Estas protestas ocurren después de que los manifestantes incendiaran el martes la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Guerrero y tomaran el aeropuerto de Acapulco. Durante los disturbios, la policía se ha mantenido al margen y más bien como un espectador de la violencia que se ha desatado en la región.
Las manifestaciones se han extendido este martes al vecino Estado de Michoacán. Allí algunos estudiantes normalistas han bloqueado durante tres horas las entradas al Aeropuerto de Morelia, sin que el tráfico aéreo sufriera interrupciones. Otro grupo de jóvenes acudió a la sede del PRI en Morelia para destruir ventas y muebles, una vez que el día anterior habían atacado los edificios que albergan al Partido Acción Nacional (PAN) y Nueva Alianza. También en el Estado de Veracruz, durante el recorrido de la antorcha de los Juegos Panamericanos y del Caribe, un grupo de estudiantes protestó con letreros por la desaparición de los normalistas.
En las últimas semanas, los disturbios en las sedes del Gobierno y los partidos políticos han aumentado en el Estado de Guerrero. Las protestas para exigir el esclarecimiento del caso se han extendido por todo el país e incluso en algunas sedes diplomáticas en el exterior. El Gobierno de EE UU ha pedido calma mientras las autoridades mexicanas continúan con la investigación, que apunta a que los estudiantes fueron asesinados y después calcinados. “Este crimen atroz y bárbaro debe ser investigado de forma completa y transparente y los culpables deben ser llevados ante la justicia sin demora y castigados consecuentemente con el respeto a las garantías procesales y el respeto por el estado de derecho”, ha comentado la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.EL PAIS