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martes, 7 de junio de 2016

El arte de la luthería se afianza en Venezuela

AVN.- El arte de la luthería se afianza en Venezuela como espacio de crecimiento e ingenio artesanal al reivindicar el empleo de materiales autóctonos, como respuesta a la escasez y desabastecimiento que ha provocado la guerra económica en el país, y avanzar en la organización de quienes se dedican a elaborar instrumentos musicales. En ese ámbito, figuras como Alexander Paredes ya tienen un trayecto andado.
"Creo que nosotros debemos trabajar mucho con nuestras maderas tropicales. Debemos conocerlas, estudiarlas y buscar especialistas para desarrollar el estudio de la física acústica en nuestro país. Por lo general, los artesanos trabajaban con material importado, que es costoso y actualmente no se consigue, es una problemática que tenemos. Por ello, es necesario darle más valor a lo nuestro, hecho que nos permite crear un instrumento mucho más nacionalista", explicó este artesano del sonido, quien expuso sus creaciones en Los Teques, estado Miranda, en el contexto de la octava edición del Festival Latinoamericano y Caribeño "Tempo de Guitarra", que se desarrolló la semana pasada.
En la muestra, que se efectuó en el Parque Cultural y Social Villa Teola, Paredes expuso instrumentos creados por él para enaltecer al estado Lara y otras regiones del país. Cuatro Cinco y Medio, Bandola Llanera, Guitarra de estudio, Cuatro octavo con un relieve en el fondo, Cuatro de estudio, Cuatro para niño y Cuatro de concierto, son algunas de las piezas apreciadas por el público.
En conversación con AVN, explicó que las maderas venezolanas como el cedro o la caoba son una alternativa para los artesanos, acostumbrado por influencia europea a emplear materiales foráneos. "Yo creo que debemos iniciar el impulso de crear con nuestro materiales, de modo que cuando viajes al exterior lleves instrumentos de madera venezolana y no europea. Ciertamente, Europa tienen el estudio acústico avanzado pero nosotros podemos propiciar cortes radiales en la madera que dan sonidos excelentes", destacó.
Un oficio en expansión
Paredes, quien cuenta con 25 años como artesano de la luthería y músico, nació en Caracas en 1955 y comenzó estudios de bandola llanera con el maestro Saúl Vera, en los talleres de música tradicional de la Fundación Bigott en la década de 1980. También ha participado en múltiples agrupaciones y ha impartido sus conocimientos de construcción de instrumentos venezolanos de cuerda.
Actualmente, es vocero de la Red Nacional de Constructores del Sonido, instancia que reúne a quienes elaboran instrumentos musicales en el país. Al respecto, Paredes señaló que en los últimos años cada vez son más los artesanos que se dedican a crear instrumentos.
"En el campo estamos más de 300 fabricantes de instrumentos de cuerda, que incluyen a mujeres y están asentados en los estados Lara, Zulia, Portuguesa, Distrito Capital. Nosotros damos sonidos y hacemos sonido. Esta instancia busca agrupar no sólo a los que hacemos instrumentos de cuerda, sino a aquellos artesanos que hacen instrumentos como las maracas e incorporar a las etnias indígenas, que hacen sus propios instrumentos musicales", puntualizó.
También, forma parte de la Red de Artesanía del Ministerio para la Cultura, que adelanta un censo nacional de fabricantes y constructores; al mismo tiempo, impulsa propuestas que incluyen la creación de una proveeduría de madera para los luthiers.
"Es importantísimo unificarnos como un solo cuerpo. Actualmente existen convenios con Misión Árbol y Fundambiente para que los artesanos tengan la viabilidad de comprar la materia prima, a través de una proveeduría que estamos impulsando desde esta red. Con esto también abaratamos el costo del instrumento, pues lo podemos vender a un precio más accesible", señaló.
Crear para mantener nuestra tradición
En septiembre de 2014, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) premió con el Reconocimiento de Excelencia para la Artesanía el trabajo de cinco venezolanos. Entre ellos se encontraban Alexander Paredes, quien construyó el Cuatro Siamés, que une dos instrumentos en uno.
Para esta creación, se inspiró en el instrumento llamando Cuatro y Media, que posee "cuatro cuerdas y media adicional en el pie de la costilla del cuatro y otro cuatro de cinco cuerdas y media. Estos instrumentos llegaron en el siglo XVIII a Venezuela bajo la influencia de la guitarras renacentista y medieval. Se tocaban en Falcón y de allí la iniciativa de crear estos instrumentos en una sola pieza".
Explicó que cada luthier elije su dinámica de trabajo dependiendo del tiempo que le dedique en su taller a esta práctica, que va desde 12 horas continuas, cuatro horas o hasta dos veces por semana.
"El instrumento va teniendo su tiempo de construcción. Muchos creadores quieren trabajar construcción en serie, hay otros que trabajan construcción industrial porque existe una demanda, pero un luthier como reconocido fabricante lo hace todo él solo. Entonces el proceso es mucho más lento y cuidadoso por la selección de cada pieza, que es distinta a otro. Nunca los sonidos son iguales porque depende de la selección de maderas y cortes radiales", comentó.
Paredes consideró que Venezuela cuenta con un potencial cultural muy rico que destaca en el mundo. En ese sentido, indicó que como propuestas a futuro, con el apoyo de la Red de Artesanía, adscrita al Ministerio de la Cultura, plantean la creación de un centro socio-productivo artesanal para la construcción del cuatro soberano, a fin de contribuir a la preservación de este instrumento, que fue nombrado Patrimonio Cultural Venezolano en 2013.
"Toda Venezuela es rica en muchas variedades de los géneros musicales. En 2016 estamos trabajando para que todos los fabricantes del cuatro tengan una línea de calidad. El propósito es crear a partir de nuestras maderas para poder exportar a futuro"