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martes, 7 de junio de 2016

Banco de España cree que el déficit público no bajará del 3 %

El Banco de España calcula que el déficit público se situará por debajo del 3 % del PIB en 2018, un año más tarde de lo que exige Bruselas, al tiempo que mejora su previsión para 2016, al reducirla del 4,4 % al 4,1 % del PIB, por encima del 3,7 % exigido por la Comisión Europea.
En las proyecciones macroeconómicas para el periodo 2016-2018, publicadas hoy por el Banco de España, la entidad explica que las diferencias respecto a los objetivos oficiales se deben a que recogen incrementos más moderados de los ingresos públicos y del Producto Interior Bruto nominal (valorado a precios de mercado).
Además, el Banco de España prevé que la economía de este país avance el 2,1 % en 2018, lo que implica que se mantendrá la desaceleración del crecimiento, que espera comience este año con una subida del PIB del 2,7 %, frente al 3,2 % de 2015, y que seguirá en 2017 con un incremento del 2,3 %.
La entidad estima que se seguirá creando empleo a tasas elevadas en relación al crecimiento del PIB, lo que permitirá disminuciones adicionales de la tasa de desempleo, que a final de 2018 se situará en torno al 17 % de la población activa.
En la actualidad, el desempleo se sitúa en el 21 % de la población activa, el más alto de la eurozona después de Grecia.
Los precios de consumo se recuperarán en línea con la subida proyectada para el precio del crudo, lo que elevará la inflación un 1,7 % en 2018, frente al 0 % con el que cerró 2015.
En términos generales, la entidad habla de una prolongación de la actual fase expansiva, aunque a un ritmo decreciente, que seguirá apoyándose en los progresos realizados en la corrección de los desequilibrios de la economía y en la persistencia de unas condiciones favorables para la financiación, gracias a la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE).
El crecimiento, según el Banco de España, se irá frenando a medida que pierdan fuerzan los elementos transitorios que han impulsado la economía, como la bajada del precio del petróleo, la depreciación del euro o algunos estímulos presupuestarios, lo que se compensará en parte con una recuperación paulatina de los mercados de exportación EFE