Tres soldados de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) y un intérprete local murieron hoy por una explosión en la provincia de Wardak, en el este del país, informaron la Alianza Atlántica y una fuente policial afgana.
En un comunicado, el organismo militar aseguró que los soldados de la ISAF fallecieron tras la detonación de un artefacto explosivo, aunque no precisó el lugar concreto del suceso ni la nacionalidad de las víctimas, una prerrogativa que corresponde a cada país.
Sin embargo, el jefe de la Policía de Wardak, Baqi Zoi, afirmó a Efe que el incidente tuvo lugar en el distrito de Saidabad de esa misma provincia, y que las muertes se produjeron después de que un insurgente subido a un burro detonó la carga explosiva que portaba.
La fuente añadió que un intérprete falleció también en el ataque suicida y que cuatro soldados afganos resultaron heridos.
Los artefactos explosivos ubicados en arcenes de carreteras (IED, según sus siglas en inglés) y los ataques suicidas son los métodos más habituales de la insurgencia talibán para hostigar a las fuerzas afganas e internacionales.
En lo que va de año, sin contar los militares fallecidos hoy, han perdido la vida un total de 101 efectivos de la ISAF en Afganistán, de acuerdo con el portal virtual icasualties.org.
Esa cantidad es la más baja de víctimas de la OTAN desde 2006, pese a que el conflicto afgano se halla en uno de los momentos más sangrientos desde la invasión de EEUU, y caída del régimen talibán hace más de una década, debido al incremento de fallecidos en las filas de soldados del gobierno de Kabul.
Las tropas internacionales comenzaron en 2011 a retirarse gradualmente de Afganistán y a transferir por fases la competencia de la seguridad al Ejército y Policía afganos.
Este proceso debe concluir en 2014, aunque muchos miembros de la OTAN son partidarios de mantener contingentes militares en el país asiático más allá de esa fecha.
EFE