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martes, 14 de abril de 2015

El empresariado español busca en Cuba ampliar nuevos negocios

Aprovechando los espacios ganados durante decenios de comercio con Cuba, el empresariado español quiere situarse en ese país previendoel eventual levantamiento del embargo norteamericano y el previsible desembarco en la isla de compañías de Estados Unidos, que tienen ventaja por su poderío, cercanía geográfica y la pujanza de una comunidad de origen cubano con familiares en la isla y dinero para invertir.
Tratando de ampliar su presencia, una delegación de 43 empresas españolas con intereses en Cuba desde años, o con deseos de instalarse en ella atraídos por su reciente liberación económica y el deshielo con EE UU, acompaña alsecretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, en su primera visita oficial a la isla, la de más alto nivel del Gobierno de Mariano Rajoy después de la cursada en noviembre por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
García Legaz comienza este martes reuniones con las autoridades cubanas, entre las que figuran el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas, el presidente del Banco Central, Ernesto Medina, y cinco ministros: Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Turismo, Construcción, Industria, Energía y Minas. El contexto en que se mueve el mundo de los negocios es diferente desde el anuncio de la distensión con Washington, el pasado 17 de diciembre, pero España “está muy bien posicionada porque la mayoría de los empresarios de las cámaras de comercio hemos seguido la relación con Cuba por encima de los vaivenes políticos”, dice una fuente empresarial. “Cuba es un mercado muy interesante. Es una plataforma logística para el golfo de México y tiene gente muy preparada que solo espera la ocasión de demostrarlo”, añade.
Las oportunidades de inversión son tan numerosas como las dudas de los empresarios sobre el alcance de la protección jurídica establecida en la nueva ley de inversión extranjera, aprobada en marzo del pasado año, la repatriación de capitales, la obligatoriedad de contratar a los empleados locales a través de las agencias estatales y los plazos de entrada en vigor de la normalización monetaria. La dualidad monetaria, la paralela circulación del depreciado peso nacional y el CUC, equivalente al dólar, complica la contabilidad de las empresas y las transacciones comerciales. El Banco Central cubano trabaja a contrarreloj para tratar de solucionar un problema que no solo afecta a los empresarios, sino a toda la sociedad. La mayoría de los 11 millones de cubanos cobra sus salarios en pesos pero debe pagar en pesos cubanos convertibles (CUC) los productos más demandados.
García Legaz viajó a La Habana con el vicepresidente de la CEOE, Joaquim Gay de Montellá; el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Modesto Piñeiro; su director internacional, Alfredo Bonet; el presidente de CESCE, Álvaro Bustamante, y el director general de Comercio Internacional e Inversiones, Antonio Fernández-Martos. Las empresas de la delegación no solo desarrollan su actividad en el ámbito del turismo, la ingeniería y las energías renovables; también la integran representantes de otros ámbitos como la construcción o el sector agroalimentario. La mayoría de las empresas españolas domiciliadas en Cuba pertenece al sector turístico. El 90% de las plazas de hoteleras de cuatro y cinco estrellas son administradas por los grupos Meliá, con 24 establecimientos, Iberostar, Rius, NH y Barceló. “Si las cosas no se tuercen políticamente, la gran empresa española, principalmente las constructoras, podrán entrar también porque Cuba va a dar pasos para aprovechar sus potencialidades, pero serán más lentos de lo que parece”, agrega la fuente empresarial.EL PAIS