La venta de comida chatarra es regulada desde hoy en los colegios de nivel básico en México como una medida para combatir el sobrepeso infantil, que afecta a un 30 por ciento de los niños y al 70 por ciento de los adultos.
Esta nueva norma, que entró este lunes en vigor, aunque no prohíbe en su totalidad la venta de este tipo de comida, obliga a las escuelas públicas y privadas a controlar las raciones de todos los alimentos altos en grasas y azúcares, y a las compañías de alimentos a ofrecer porciones más pequeñas de sus productos.
México ocupa el segundo lugar a escala mundial en sobrepeso y obesidad de adultos, sólo detrás de EE.UU., y el primero en menores, y tiene la tasa más alta de incremento de este problema, principalmente en niños.
Este lunes poco más de 25 millones de estudiantes de preescolar, primaria y secundaria regresaron a clase al concluirse las vacaciones de fin de año.
Durante el año pasado el Congreso mexicano debatió una controvertida ley para controlar la venta de comida "chatarra" al interior de las 231.000 escuelas mexicanas de nivel básico.
Aunque en un principio la intención era prohibir totalmente estos productos, al final se determinó como parte de los Lineamientos Generales para el Expendio y Distribución de Alimentos y Bebidas industrializadas controlar en cada producto alimenticio los altos índices de calorías, carbohidratos y azúcares.
La Secretaría (ministerio) de Educación Pública (SEP) difundió hoy una la lista de 610 productos que se podrán comercializar al interior de los colegios y que cuentan con un alto nivel proteínico y bajas grasas y azúcares.
La página de Internet del ministerio proporciona además una veintena de recetas para preparar alimentos nutritivos.
Fuentes de la SEP dijeron a Efe que se "pretende impulsar una cultura de hábitos alimenticios saludables y la formación para niños y adolescentes más sanos" en las escuelas y con ayuda los padres de familia.
El pasado fin de semana el ministro de Salud de México, José Ángel Córdova, aseguró que algunas frituras dulces y saladas se seguirán vendiendo en las tiendas de los colegios pero en menores cantidades.
Dijo que las empresas dedicadas a la fabricación de dichos productos redujeron los tamaños de sus productos y los reformularon para aumentar su contenido nutricional.
La adopción de las nuevas disposiciones de salud se hará en tres etapas y hasta 2013, para permitir a las empresas adaptarse a los nuevos requerimientos.
La organización civil El Poder del Consumidor indicó hoy que aún se desconocen cuáles productos deben dejar de ser vendidos en las escuelas.
"La falta de información para los padres de familia y para maestros podría impedir que estas medidas funcionen realmente para combatir la obesidad infantil", señaló en rueda de prensa Xaviera Cabada, coordinadora de la campaña por la salud alimentaria de esa ONG.
Por su parte, el secretario de Educación de Ciudad de México, Mario Delgado, calificó de "una simulación" las restricciones a la comida chatarra, ya que, a su juicio, estarán disponibles "los mismos alimentos pero en versiones chiquitas".
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