En conversación con Rigoberto Sandoval, dueño de ferretería en la ciudad capital, aseguró que la situación es delicada y no afecta sólo a comerciantes, sino al colectivo en general, siendo ellos quienes de cierta manera necesitan adquirir artículos para avanzar en la edificación de viviendas y otras estructuras.
En medio de la investigación, el entrevistado enfatizó que no hay cemento ni cabillas desde el mes noviembre y por tal motivo se ha visto en la necesidad de comprar a un valor más alto, “lo tengo que obtener hasta en 40 bolívares cada saco, todo esto para poder hacer bloques, lo que implica que debo vender cada bloque en 2800 bolívares cuando el precio normal es de 2300”.
Para Sandoval, la solución no es que alguna institución controle el problema, “la situación se afianzó desde que el Estado se metió con las empresas que producen cemento y comida, y mientras esto ocurre la inflación empeoró y el único perjudicado es el consumidor, en este sentido esperamos que la falla se normalice”.
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