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martes, 31 de julio de 2012

ECONOMIA


España incumple el plazo de Bruselas para presentar su presupuesto bienal

Era una de las condiciones que la Comisión Europea había puesto a España a cambio de concederle un año más de margen para ajustar las cuentas públicas. El Gobierno debía presentar a lo largo del mes de julio un presupuesto bienal en el que detallara cómo pretendía terminar 2014 con un déficit por debajo del 3% del PIB. Pero el camino de la consolidación fiscal ha empezado con un tropezón. Fuentes europeas aseguran que el presupuesto de 2013 y 2014 no llegará a Bruselas este martes, tal y como estaba previsto, y confían en conocer el documento el próximo viernes, después de que lo apruebe el Consejo de Ministros del 3 de agosto.
En el Ministerio de Hacienda restan importancia al retraso. “Lo presentaremos lo antes posible, en los próximos días, y con el mayor grado de detalle que podamos”, asegura un portavoz del departamento de Cristóbal Montoro. Fuentes del ministerio no descartan que este martes, aprovechando la presentación del dato de ejecución presupuestaria, se haga público algún detalle del escenario bienal como guiño a Bruselas.
El propio Montoro, según Europa Press, adelantó este lunes que el déficit del Estado se situó hasta junio en torno al 4% en términos de Contabilidad Nacional (3,41% hasta mayo), aunque precisó que una vez descontadas las tranferencias a otras administraciones o a la UE (unos 15.000 millones), el déficit en términos homogéneos se situaría en el 2,5% del PIB “lo que garantiza la consecución del déficit público” de la Administración para 2012.
La semana pasada ya se comentaban en Bruselas las divergencias entre el Gobierno español, que pretendía presentar un presupuesto muy general, y la Comisión, que exigía al equipo económico de Mariano Rajoy más concreción en las medidas para encauzar el agujero en las cuentas públicas que el año pasado ascendió al 8,9% del PIB. Hacienda trata ahora de ganar unos días para ultimar los detalles de un documento que, según dicen, contentará a los socios europeos.
El acuerdo al que llegaron los ministros de Finanzas de la zona euro hace tres semanas permite a España cerrar este año con un déficit del 6,3%, en lugar del 5,3% previsto; llegar al 4,5% en 2013, y concluir la senda de consolidación fiscal en 2014, cuando debe alcanzar un 2,8%. Gracias a esta relajación de los plazos, el Gobierno español logró un balón de oxígeno con el que puede ahorrarse un recorte cercano a los 10.000 millones de euros este año.La Comisión examinará de forma interna el documento que les remitan desde Madrid y no hará pública su opinión hasta el próximo mes de octubre, cuando deberá anunciar los resultados del examen al que someterá a España dentro del denominado procedimiento por déficit excesivo. Lo que antes eran recomendaciones de la UE al Gobierno de Rajoy se han convertido con el rescate de hasta 100.000 millones para la banca española en dictámenes de obligado cumplimiento.

El problema es que los ahorros logrados amenazan con irse por el desagüe si se cumplen los últimos pronósticos de crecimiento —o mejor dicho, de decrecimiento—. El FMI tuvo que modificar sus previsiones en tan solo dos semanas tras constatar los efectos contractivos que tendrán sobre la economía los últimos recortes anunciados por el Ejecutivo. Frente a una caída del PIB del 1,5% para este año y del 0,6% para el próximo, el FMI estima ahora que el PIB retrocederá un 1,7% en 2012 y un 1,2% en 2013. Pese a que el Gobierno mantiene sus pronósticos, mucho más optimistas, los analistas consideran ahora muy difícil su cumplimiento.
Además de los rescates ya diseñados —de las autonomías por el Estado y del sector financiero por los socios europeos—, el Gobierno español vive pendiente de la hipotética ayuda europea para evitar que los costes de financiación den la puntilla final.
Después de que el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, anunciara una acción conjunta del BCE y del fondo de rescate europeo (FEEF) para apoyar a España e Italia, los portavoces de la Comisión se limitaron este lunes a señalar que ningún país ha pedido aún ayuda al FEEF.

EL PAIS