EFE) - La selección española recuperó las buenas sensaciones en su primer partido de 2013, amparada en la magia de Iniesta y la racha goleadora de Pedro, para imponerse en la ‘batalla de los campeones’ a Uruguay (3-1) en el ensayo del debut de ambas selecciones en la Copa Confederaciones del próximo junio.
España pasea estrella y estilo por cualquier rincón del mundo. El Mundial y las dos Eurocopas conseguidas levantan el interés de lugares desconocidos hasta el momento. En Doha, a cambio de un buen botín de tres millones de euros, la Roja se midió a la campeona de América, una Uruguay tan brillante en punta como falta de imaginación en la medular.
Junto a él Cazorla intentó afrontar la difícil tarea de hacer de Xavi. Víctor Valdés cubría la ausencia de Iker Casillas yCarles Puyol vivía un partido especial en su regreso un año después. Se convertía en el séptimo futbolista centenario de la Roja. Volvió como si nunca se hubiese ido. Rápido en defensa, como demostró en la primera jugada cuando Luis Suárez se plantaba solo ante Valdés, y con peligro a balón parado, en un gol que le anularon al borde de la legalidad.Acudía a la cita con bajas de la importancia de Iker Casillas, Xabi Alonso y Xavi Hernández. Indiscutibles que provocaron pruebas de Vicente del Bosque. A un ritmo menor, de encuentro amistoso, España tocó al son de Andrés Iniesta que maravilló a la repleta grada con sus gestos de calidad. Dos regates seguidos picando el balón y un sombrero final en una jugada a los 38 minutos fue el resumen de su muestra clase.
El esférico era de España. Como siempre. Uruguay se replegaba. Fuerte en defensa hasta que la sentenciaron los errores de Muslera y Godín. Con poca elaboración y generando inquietud cuando el balón caía a Luis Suárez o un voluntarioso pero poco acertado Cavani. El dibujo de Tabárez, 4-2-3-1, colocaba al goleador del Nápoles como segunda punta. No estuvo acertado acierto en las que tuvo. La más clara, un disparo cruzado ante el que se lució Valdés.
Hizo debutar Del Bosque a Azpilicueta, de inicio, Isco y Mario Suárez en el segundo acto. Era un día propicio para ensayos antes de la hora de la verdad en marzo en partidos decisivos ante Finlandia y Francia. El partido se rompió con la fórmula de falso nueve dando frutos. Cesc enganchó un balón lejos del arco pero no dudó en chutar. Su potente disparo se encontró el regalo de Muslera. Colocó mal el cuerpo y sus manos se doblaron.
Reaccionó Uruguay, con movimientos inteligentes de Cavani, y una parada de Muslera a Cesc antes del gol anulado a Puyol. Fue el ‘Cebolla’ Rodríguez el que encontró un espacio entre Sergio Ramos y Puyol. Cáceres vio el pase y el jugador del Atlético definió plácido ante Valdés.
El duelo fue tomando color español por imprecisiones uruguayas. Perdonó Cavani una contra clara y Mata un regalo de Godín. Despejó al centro y el asturiano no supo definir. Más acierto tuvo Pedro en la reanudación. Nueve goles en seis partidos muestran su crecimiento en la selección.
A los 51 minutos hizo el primero. El segundo error de Godín cayó a pies de Piqué que asistió a Pedro. En carrera chutó pegado al poste. Cuatro minutos después, salvó el empate lanzándose a un disparo de Luis Suárez y, en el 74, sentenció el duelo rematando en el segundo palo un pase preciso de Cesc.
La movilidad de los tres puntas españoles hizo daño a Uruguay. Cesc, Pedro y Mata, más Villa cuando entró en escena, fabricaron todas las ocasiones. Muslera evitó que la derrota fuese mayor. En pleno carrusel de cambios sacó dos al ‘Guaje’ Villa. Fueron minutos en los que Isco exhibió su calidad. Tan cómodo como si llevase toda la vida en la selección. El futuro está garantizado.