Las causas que provocaron el histórico apagón sufrido en el Mercedes-Benz Superdome, de Nueva Orleans, al comienzo del tercer periodo del pasado Super Bowl XLVII, siguen bajo investigación, y ahora con la llegada de expertos independiente que llegarán de fuera de la ciudad y del estado de Luisiana.
Dos días después, las autoridades aún no habían identificado la causa de la interrupción.
Mientras que la empresa que gestiona el Superdome, SMG, y Entergy New Orleans, que proporciona el suministro de energía eléctrica al estadio construido hace 38 años confirmaron el martes que iban a contratar expertos externos para investigar.
La meta tanto de Entergy como de SMG es que se llegue a un conclusión sobre lo sucedido y que hasta ahora no han podido conseguir, de ahí la importancia de un análisis de terceros.
Pero el vicepresidente de SMG, Doug Thornton, destacó en una conferencia de prensa ofrecida en el Ayuntamiento de Nueva Orleans, que la contratación de un tercero no significa un desacuerdo entre ambas compañías.
"Es importante para nosotros tener una transparencia total y hemos acordado que vamos a intercambiar los registros", destacó Thornton. "Estamos midiendo el poder. Ellos estaban haciendo lo mismo de su parte. Tenemos que averiguar cuál es la causa fundamental de lo sucedido y arreglarlo".
Pero lo que ya está descartado es que el espectáculo del medio tiempo que protagonizó la cantante Beyoncé tuviese algo que ver con el mismo.
Aunque se habían presentado informes técnicos el pasado octubre de algo similar podría pasar por lo que los técnicos de las compañías locales de electricidad consideraban deficiencias en las entradas del suministro de energía al Superdome, se invirtió más de un millón de dólares para hacer mejoras.
También en las últimas 11 horas antes que diese comienzo el partido también se trabajo en el sistema eléctrico para mejorarlo.
Los preparativos previos al Super Bowl no habían dejado ninguna falla cuando de pronto las luces se apagaron en el estadio construido hace 38 años y que fue completamente remodelado tras la destrucción que sufrió al paso del huracán Katrina.
El partido más importante del año en Estados Unidos, que estaba siendo visto por cientos de millones de personas a través de todo el mundo, tenía un marcador de 28-6 favorable a los Ravens del Baltimore, tuvo que suspenderse temporalmente durante 34 minutos por primera vez en su historia.
Los Ravens se proclamarían campeones del Super Bowl XLVII al vencer por 34-31 a los 49ers de San Francisco.
También el comisionado de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), Roger Goodell, dijo el lunes que el espectáculo del medio tiempo no fue la causa del apagón.
"No hay indicios de que esto haya sido causado por el espectáculo de medio tiempo, para nada. Sé que existe ese rumor, pero es algo infundado y no corresponde a la realidad", señaló Goodell.
Beyoncé se presentó durante el receso del partido el domingo y usó mucha electricidad para iluminar el escenario. Algunos bromistas habían dicho que su electrizante y exhuberante interpretación fue la responsable del apagón.
De acuerdo a Goodell y Thornton, Beyoncé para su espectáculo utilizó su propio generador.
"No se hizo con nuestra red eléctrica en lo absoluto", reiteró Thornton el la rueda de prensa, y agregó que el consumo de luz se redujo al medio tiempo porque las luces del estadio se apagaron.
El FBI también descartó rápidamente que fuese un acto terrorista, y el departamento de bomberos de Nueva Orleans negó versiones de que un incendio hubiese sido la causa.
El alcalde Mitch Landrieu calificó el apagón como "un momento desafortunado en lo que por otra parte había sido una semana deslumbrante del Super Bowl para la ciudad de Nueva Orleans".
El apagón contrastó con una semana de preparación sin dificultades para la ciudad, que presentaba su primer Super Bowl desde el 2002, el décimo de su historia, y anhelaba demostrar cómo se había repuesto del devastador huracán Katrina.
Mientras que Goodell ya adelantó que el apagón no tendría ningún tipo de consecuencia negativa para Nueva Orleans como futura sede de otro Super Bowl, que muy bien podría ser el del 2018, año en el que se celebra el 300 aniversario de la fundación de la ciudad.
"Vivimos un Super Bowl inolvidable en Nueva Orleans y con toda seguridad volveremos a disfrutar de su ambiente único y excepcional, que a todos gusta dentro de la familia de la NFL", subrayó Goodell.
EFE