Más de 200 trabajadores de Calderys de Venezuela, empresa trasnacional de capital francés, denunciaron que la fábrica de material refractario para el sector industrial del país, anunció un cierre técnico.
Los trabajadores denunciaron que la empresa dejó de producir desde el año 2009. Los dueños del grupo francés Imerys anunciaron el cierre técnico de Calderys de Venezuela en Bolívar en diciembre de 2012 y trasladaron las operaciones a México.
Los trabajadores denunciaron que la medida no ha cumplido con los requisitos formales establecidos en Ley Orgánica del Trabajo (LOT) "porque pretenden liquidar a trabajadores con 10, 20 y 30 en la fábrica con una cantidad que no corresponde a sus años de servicio".
El secretario de Trabajo y Reclamo del Sindicato de Trabajadores de Calderys de Venezuela, Albert Cardozo, indicó que permanecerán en resguardo de las instalaciones de la planta hasta que el gobierno les dé una respuesta a su demanda de nacionalización.
Dijo que los empleados de la fábrica ahora están en un limbo jurídico: "Nos anunciaron que a partir de febrero no cobraremos la nómina". Agregó que el Gobierno Nacional ahora importa más de 220 millones de dólares de material refractario para abastecer la industria nacional.
La capacidad instalada de Calderys de Venezuela era de 36 mil toneladas métricas al año, hoy sus almacenes están vacíos. Añadieron que el Grupo Imerys pide a gobierno nacional 14 millones de dólares por la venta de esta fábrica.
