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sábado, 6 de abril de 2013

La banca debe provisionar ya el 25% de la deuda millonaria en la pesquera


Los bancos acreedores de Pescanova siguen sin conocer los números de la empresa. Pero ya saben que el 25% de la deuda que tengan con ellos será una losa en el balance, porque deberán provisionarlo inmediatamente. La compañía ha anunciado que va a solicitar el concurso de acreedores. Todavía no ha acudido al juzgado, pero los 46 bancos con los que tiene deudas ya están preparando su estrategia: el tiempo es oro para sus propias cuentas, porque si pasan 12 meses y no se ha levantado el concurso de acreedores, deberán provisionar el 100% de la deuda.
El peor parado será NCG Banco, que prestó a Pescanova unos 225 millones. Es decir, tiene que lograr respaldo para unas posibles pérdidas de más de 56 millones. Este banco no es el único nacionalizado que va a soportar el peso de la deuda de la pesquera: Bankia se deberá apuntar casi 19 millones, por ahora. Sabadell es otro de los grandes perjudicados, puesto que su 25% de deuda asciende ya 50 millones. La obligación de apuntarse un 25% ya como posibles pérdidas responde al hecho de que, en la gran mayoría de los casos, en un concurso de acreedores hay una propuesta de pacto que incluye una buena quita para los prestamistas.

Las 46 entidades se organizaron para conformar un núcleo duro de seis bancos que se encargaría de negociar durante el preconcurso de acreedores. Se reunieron formalmente dos veces. Pero a la primera cita no acudió nadie de peso de Pescanova. A la segunda fue el responsable financiero. Sin embargo, no llevaba ningún número debajo del brazo.Los bancos acreedores temen el concurso, porque puede suponer una cuantiosa quita para su deuda y porque si la empresa frena su actividad en algún momento, puede venirse abajo. Pero, al menos, agradecen que ahora vaya a haber un administrador concursal que ponga orden. Se enteraron de que Pescanova entraba en concurso a través del comunicado que la empresa envió tras tomar la decisión. Ese detalle refleja bien la relación que ha existido entre la compañía y sus prestamistas: prácticamente ninguna. Y no porque las entidades no lo hayan intentado.
La banca aceptó, pese a todo, estas semanas mantener el circulante. “A nadie nos interesaba que cayera la empresa. Si se hundía era complicado que cobráramos las deudas”, señalan otras fuentes financieras. El núcleo bancario mantuvo el viernes una reunión telefónica para hablar sobre la presentación del concurso. “¿La estrategia? Queremos los números y queremos que esto vaya rápido”, señalan fuentes financieras, que reconocen que varios bancos van a poner al frente de la negociación en su nombre a personas “con perfiles más duros” a la hora de negociar. Antes era importante mantener a Pescanova a flote. Ahora lo que quieren es que salga pronto del concurso, porque están en juego sus propios balances.
EL PAIS