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viernes, 19 de julio de 2013

Un emotivo Obama anima a reabrir el debate racial: “Trayvon Martin podría haber sido yo 35 años atrás”

DPA).- Barack Obama, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, invitó hoy a reabrir el debate sobre la desigualdad racial en un país sacudido los últimos días por la absolución del hombre que disparó a un joven afroamericano desarmado.
“Yo podría haber sido Trayvon Martin hace 35 años”, dijo el presidente en una inesperada comparecencia en la Casa Blanca. Martin, de 17 años, paseaba desarmado el 26 de febrero de 2012 cuando George Zimmerman, que actuaba de vigilante voluntario del vecindario, lo consideró “sospechoso”, lo persiguió en contra de la recomendación de la policía y en el fragor de la pelea le disparó.“Hay muy pocos hombres afroamericanos en este país que no hayan tenido la experiencia de ser seguidos cuando estaban comprando en una tienda. Eso me incluye a mí”, dijo el mandatario para explicar el contexto por el que el caso Martin ha provocado la incomprensión de gran parte de una comunidad que para mañana sábado convocó vigilias y manifestaciones en más de 100 ciudades del país para reclamar al Departamento de Justicia que reabra el caso.
“El presidente Obama se ve a sí mismo en Trayvon y se identifica con él. Es un bonito tributo a nuestro niño”, dijeron en un comunicado Sybrina Fulton y Tracy Martin, los padres del joven fallecido.
“Hay pocos afroamericanos que no hayan tenido la experiencia de entrar a un ascensor y y que una mujer agarre nerviosa su bolso y mantenga la respiración hasta que puede salir. Pasa a menudo”, había dicho también el mandatario.
Obama recordó en este sentido que las estadísticas demuestran que hay un “historial de disparidades raciales a la hora de aplicar las leyes criminales, desde la pena de muerte a las leyes sobre consumo de drogas”.
Y todo ello, acotó con mucha cautela, “contribuye hasta cierto punto a la sensación de que si un adolescente blanco se viera involucrado en el mismo escenario, tanto el resultado como las cosecuencias podrían haber sido distintas”.

Obama subrayó la necesidad de que este caso abra de nuevo un debate a nivel nacional sobre cuestiones como la inequidad racial, aunque consideró que éste debe realizarse a nivel de comunidades en vez de estar dirigido por las autoridades para evitar así su “politización”.A pesar de que ya había emitido un comunicado llamando a la calma tras conocerse la sentencia absolutoria de Zimmerman, en los últimos días habían crecido las demandas de la comunidad afroamericana para que el mandatario se pronunciara sobre un tema que ha devuelto a primera plana los conflictos raciales que muchos creían ya un tanto superados en el país.
En ese debate, propuso Obama, también se debería discutir la posibilidad de revisar cómo mejorar el entrenamiento de los agentes locales para “reducir la desconfianza en el sistema que a veces sigue existiendo”.
Asimismo, consideró necesario revisar “algunas” leyes locales y estatales que “podrían alentar el tipo de altercados y tragedias como la de Florida”, en referencia a la polémica normativa “Stand Your Ground” que rige en ese estado y que expande el derecho a la legítima defensa en caso de sentirse amenazado, retirando el deber de buscar una escapatoria para evitar el uso de la fuerza.
Y también lanzó una pregunta sobre la relación del país con los jóvenes afroamericanos: “¿Hay algo más que podamos hacer para que tengan la sensación de que el país se preocupa por ellos, los valora y que está dispuesto a invertir en ellos?”.
Aunque Obama dejó en manos del fiscal general, Eric Holder, también el primer negro de la historia en el cargo, la reapertura o no del caso, aseguró que “tradicionalmente son asuntos del gobierno local y estatal”, echando así un jarro de agua fría a quienes esperan ver un nuevo proceso por parte del Departamento de Justicia.
La investigación del FBI, sin embargo, sigue abierta y por ello frenó de momento la entrega a George Zimmerman de la pistola con la que mató a Martin y del resto de evidencias usadas en el juicio, informó hoy el diario “Orlando Sentinel”.
Los analistas coinciden en que será muy difícil que el gobierno federal demuestre que Zimmerman actuó por odio racista, condición necesaria para denunciarlo.
Pese a admitir que el debate sigue estando encima de la mesa y que hay que estar “vigilantes”, Obama concluyó con un mensaje positivo tras ver las reacciones generadas con el caso Martin.“No quiero que perdamos la perspectiva de que las cosas están mejorando. Cada generación que pasa está haciendo progresos cambiando las actitudes en lo que respecta al color de la piel”.