Esa leyenda cuenta que un grupo de españoles republicanos, que llegaron a México en 1939 a bordo del yate "Vita", depositaron en el volcán un cargamento de objetos preciosos que fueron sustraídos del Monte de Piedad de Madrid.
La zona ha sido investigada por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desde 2007, cuando hallaron piezas prehispánicas pertenecientes a los mexicas (aztecas).
Esta vez, entre noviembre pasado y la primera semana de diciembre, unos 30 investigadores, encabezados por el arqueólogo Roberto Junco, recorrieron el cráter y se sumergieron en las lagunas de El Sol y La Luna en busca de más piezas prehispánicas y de evidencias sobre la leyenda española, dijo este martes el INAH en un comunicado.
"El objetivo de los sondeos en la laguna de El Sol era verificar si estas leyendas en torno a un tesoro que depositaron aquí los republicanos españoles es cierta o no. Ya otros buzos habían detectado trozos de relojes, relicarios, etcétera. Nosotros tuvimos la fortuna de ubicar una carátula de reloj, al parecer de las primeras décadas del siglo XX", dijo Junco, citado por el INAH.
Pero Junco también cita otra leyenda que dice que en el lugar unos ladrones del Valle de Toluca se distribuyeron un botín.
El caso es que la arqueóloga Flor Trejo, de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, estará a cargo de investigar sobre esta leyenda en distintos archivos, mientras la carátula de reloj será restaurada por la experta María Luisa Mainou Cervantes.
En sus exploraciones los expertos hallaron también en días pasados restos de cerámica y cuentas de piedra verde, con una antigüedad 1.300 años.
Los materiales prehispánicos encontrados datan de los periodos Clásico tardío (650 y 900 d.C.) y Posclásico temprano (900-1200 d.C.) y representan los objetos de culto más antiguos encontrados hasta el momento en este espacio de alta montaña, que en el pasado fue usado como un ceremonial.
Los expertos hicieron excavaciones en el cráter y algunos de ellos se sumergieron en las lagunas del Sol y de La Luna, ubicadas en la cima del volcán también conocido como Xinantécatl, a 4.300 metros sobre el nivel del mar.
Junco explicó que con estos nuevos hallazgos se ha identificado a otros grupos, no solo mexicas, que usaron este sitio como un espacio ceremonial.
"Se están identificando varios grupos que ascendían el Xinántecatl con fines de culto, lo que se infiere a partir de las características de la cerámica, tenemos tepalcates burdos de tradición otomí y también de origen matlaltzinca", precisó el arqueólogo Junco.
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