El dirigente político opositor Manuel Rosales envió este lunes un mensaje de apoyo a los estudiantes en huelga de hambre en varios estados del país. “Los estudiantes hoy en huelga de hambre alzan su voz en busca del bien supremo para todos”, dice Rosales en un carta.
Este es el mensaje de Manuel Rosales, “Al pueblo de Venezuela”:
Venezuela vive momentos de extrema gravedad y de inmensas consecuencias para el futuro. Lo que está en juego, simplemente, es salvar el sistema democrático, el futuro de las nuevas generaciones y hacer las rectificaciones necesarias para enmendar errores que aseguren el respeto a la libertad, la justicia y los derechos humanos. A todos nos estremece esta dura realidad, pero a los jóvenes les hace brotar la llama del reclamo en el alma. Es el futuro del país, es el futuro de ellos, el futuro de las generaciones que vienen atrás lo que está en riesgo.
Los estudiantes han tomado su puesto de lucha, han asomado sus manos blancas para reclamar por sus sueños y esperanzas. Los estudiantes hoy en huelga de hambre alzan su voz en busca del bien supremo para todos como un ejercito pleno de fe que libra junto al pueblo de Venezuela la gran batalla por una patria mejor, donde se empine la justicia social, el respeto y la paz. Es un reclamo que cobra vida ante los ojos asombrados del mundo y levanta admiración y amor como el que se tiene a los hijos.
Jóvenes admirables que salen de toda la geografía del país, de todos los estados, de las universidades, de los barrios y urbanizaciones, de humildes hogares y ponen es riesgo su vida en la lucha por la verdad. Es una nueva y estimulante presencia, un duro reclamo, es el rostro de jóvenes que lejos de la pugna personal, proponen caminos hacia el porvenir y hablan de una Venezuela posible. Es el diseño de lo mucho de positivo que se puede alcanzar, en breve tiempo, si se logra una combinación justa, un planteamiento claro de rectificación por parte de gobierno, los actores más importantes de los poderes del Estado y un aprovechamiento sensato de todos los recursos humanos y materiales del que dispone el país.
Es evidente que si los 970 mil millones de dólares que el petróleo ha producido a Venezuela en los últimos doce años se hubieran invertido sensatamente para lograr el máximo de provecho social y material, hoy podríamos ser realmente uno de los países más prósperos de la América Latina, un país sin deuda externa e interna, con buenos servicios públicos, con la mejor educación y la mejor salud para todos, con amplias oportunidades de porvenir y con una población pobre manejable y en continuo descenso hasta que los pobres de verdad dejen de ser pobres, con una clase media fortalecida, porque la educación por una parte, y el crecimiento económico, por la otra, le habrían proporcionado un destino útil y bueno a los habitantes del país.
Los jóvenes estudiantes y el país reclaman de manera urgente una grande y sincera rectificación por parte del gobierno nacional. Comprensión del drama que vivimos de todos los sectores y reconocimiento de nuestros propios errores, porque sería hipócrita no reconocer que quienes no compartimos las ideas del régimen, también hemos cometido errores. Las elecciones presidenciales del 2012 abrirán caminos de cambio, pero la unidad y la paz no se decreta, tenemos que construirla a pesar de nuestras diferencias.
Las consecuencias de esta experiencia y lucha estudiantil no son apreciadas en toda su magnitud desde ahora, pero es un profundo cambio y una grandiosa promesa. Es una verdadera demostración de sensibilidad del carácter, una apertura hacia el bien y la verdad que impacta al pueblo venezolano. No deben faltar los radicales que critiquen a los estudiantes pero sin ellos el presente sería más cruel y con su lucha el futuro tiene que ser mejor.
Cerremos filas al lado de estos jóvenes estudiantes que son los hijos de la Patria, portadores de la bandera del futuro.
Lima, 21 de febrero de 2011
Manuel Rosales Guerrero
Presidente Fundador de Un Nuevo Tiempo
Este es el mensaje de Manuel Rosales, “Al pueblo de Venezuela”:
Venezuela vive momentos de extrema gravedad y de inmensas consecuencias para el futuro. Lo que está en juego, simplemente, es salvar el sistema democrático, el futuro de las nuevas generaciones y hacer las rectificaciones necesarias para enmendar errores que aseguren el respeto a la libertad, la justicia y los derechos humanos. A todos nos estremece esta dura realidad, pero a los jóvenes les hace brotar la llama del reclamo en el alma. Es el futuro del país, es el futuro de ellos, el futuro de las generaciones que vienen atrás lo que está en riesgo.
Los estudiantes han tomado su puesto de lucha, han asomado sus manos blancas para reclamar por sus sueños y esperanzas. Los estudiantes hoy en huelga de hambre alzan su voz en busca del bien supremo para todos como un ejercito pleno de fe que libra junto al pueblo de Venezuela la gran batalla por una patria mejor, donde se empine la justicia social, el respeto y la paz. Es un reclamo que cobra vida ante los ojos asombrados del mundo y levanta admiración y amor como el que se tiene a los hijos.
Jóvenes admirables que salen de toda la geografía del país, de todos los estados, de las universidades, de los barrios y urbanizaciones, de humildes hogares y ponen es riesgo su vida en la lucha por la verdad. Es una nueva y estimulante presencia, un duro reclamo, es el rostro de jóvenes que lejos de la pugna personal, proponen caminos hacia el porvenir y hablan de una Venezuela posible. Es el diseño de lo mucho de positivo que se puede alcanzar, en breve tiempo, si se logra una combinación justa, un planteamiento claro de rectificación por parte de gobierno, los actores más importantes de los poderes del Estado y un aprovechamiento sensato de todos los recursos humanos y materiales del que dispone el país.
Es evidente que si los 970 mil millones de dólares que el petróleo ha producido a Venezuela en los últimos doce años se hubieran invertido sensatamente para lograr el máximo de provecho social y material, hoy podríamos ser realmente uno de los países más prósperos de la América Latina, un país sin deuda externa e interna, con buenos servicios públicos, con la mejor educación y la mejor salud para todos, con amplias oportunidades de porvenir y con una población pobre manejable y en continuo descenso hasta que los pobres de verdad dejen de ser pobres, con una clase media fortalecida, porque la educación por una parte, y el crecimiento económico, por la otra, le habrían proporcionado un destino útil y bueno a los habitantes del país.
Los jóvenes estudiantes y el país reclaman de manera urgente una grande y sincera rectificación por parte del gobierno nacional. Comprensión del drama que vivimos de todos los sectores y reconocimiento de nuestros propios errores, porque sería hipócrita no reconocer que quienes no compartimos las ideas del régimen, también hemos cometido errores. Las elecciones presidenciales del 2012 abrirán caminos de cambio, pero la unidad y la paz no se decreta, tenemos que construirla a pesar de nuestras diferencias.
Las consecuencias de esta experiencia y lucha estudiantil no son apreciadas en toda su magnitud desde ahora, pero es un profundo cambio y una grandiosa promesa. Es una verdadera demostración de sensibilidad del carácter, una apertura hacia el bien y la verdad que impacta al pueblo venezolano. No deben faltar los radicales que critiquen a los estudiantes pero sin ellos el presente sería más cruel y con su lucha el futuro tiene que ser mejor.
Cerremos filas al lado de estos jóvenes estudiantes que son los hijos de la Patria, portadores de la bandera del futuro.
Lima, 21 de febrero de 2011
Manuel Rosales Guerrero
Presidente Fundador de Un Nuevo Tiempo
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