AVN .- Este martes finaliza la 41º Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en El Salvador, en lo que se espera sea una larga sesión, que se podría extender hasta altas horas de la noche, tal como lo consideraron algunos asistentes.
Venezuela, representada por el embajador Roy Chaderton Matos, tendrá su derecho de palabra en una intervención en la cual será ventilada la sanción de Estados Unidos contra Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Junto a la nación suramericana, cancilleres de los 34 países miembros también participarán en las plenarias, de acuerdo con una nota del portal de la agencia Prensa Latina.
Varios países de América Latina se han pronunciado contra la sanción impuesta por Estados Unidos contra Pdvsa.
Así, las embajadoras de Nicaragua y Ecuador, Denis Moncada y María Isabel Salvador, respectivamente, condenaron tal acción del imperio norteamericano contra Venezuela.
Moncada señaló que este tipo de sanción “atenta contra la estabilidad, la seguridad y la paz regional”, y alertó que estas penalizaciones arbitrarias reflejan también ataques contra los demás países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba).
Se espera que Bolivia consigne un informe sobre el conflicto marítimo.
El canciller de Chile, Alfredo Moreno, presentó el diferendo con Bolivia como un mero asunto bilateral, mientras que su homólogo de Bolivia, David Choquehuanca, buscará apoyo del resto de los países miembros, a fin de recuperar el acceso al mar que le fuera arrebatado por Chile en una guerra a fines del siglo XIX.
También para la sesión de este martes, el canciller argentino, Héctor Timerman, informó que hablará del reclamo al Reino Unido sobre las Islas Malvinas.
Puesto que el tema central de la plenaria es la Seguridad ciudadana en América, serán abordadas temáticas relativas a la eliminación del crimen organizado, el tráfico de drogas, personas y armas, entre otros flagelos.
En ese sentido, el representante diplomático de Bolivia advirtió sobre la necesidad de asumir políticas conjuntas entre los estados, a fin de abordar la magnitud del problema en su justa dimensión. Alertó igualmente sobre la existencia de lo que calificó de “crimen transnacional”.
El ingreso de Honduras a la OEA, que fue decidido la semana pasada en Washington durante una reunión extraordinaria, fue igualmente respaldado por la mayoría de los gobiernos que asistieron a la cita.
Esta decisión fue repudiada por cientos de activistas a favor de los derechos humanos, quienes se ubicaron a 150 metros de la sede de la Asamblea para condenar el reingreso de Honduras, donde se registran sistemáticas violaciones a los derechos humanos.
