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domingo, 26 de junio de 2011

Mueren dos militares españoles al explotar una bomba al paso de su convoy en Afganistán

EL PAIS- A medida que se acerca la fecha de la retirada de Afganistán, que España tiene previsto iniciar en el primer semestre del año próximo y completar en 2014, los talibanes recrudecen su ofensiva contra las tropas españolas

Dos militares han perdido esta mañana la vida y otros tres han resultado heridos al estallar un potente artefacto explosivo improvisado (IED) al paso de un blindado Lince del Ejército español a las 9.45. El atentado se ha producido a unos 20 kilómetros al norte de Qala-i-Naw, capital de la provincia de Badghis, bajo responsabilidad española. Y solo ocho días después de que otra bomba hiriese a cuatro militares —dos de ellos quedaron mutilados— y a un intérprete español.

La patrulla atacada esta mañana regresaba a la base Ruy González de Clavijo, en Qala-i-Naw, tras realizar una misión de reconocimiento por la ruta Lithium, que une el norte con el sur de la provincia de Badghis. El convoy —integrado por tres vehículos Lince y cuatro RG-31— se desvió para inspeccionar las aldeas de Aceska y Kalan-Khana, próximas a la ruta.

El Lince alcanzado por la explosión era el que abría la columna y presumiblemente pisó una mina de presión oculta a un lado del camino. Si el artefacto empleado el pasado sábado contenía "al menos 20 kilos de explosivo" y era "el más potente utilizado contra las tropas españolas hasta la fecha", en palabras de la ministra de Defensa, Carme Chacón, el de esta mañana podía llevar una carga incluso superior.

Al contrario que entonces, la explosión no se produjo justo debajo el vehículo, sino en su lado derecho. Pese a ello, la caja blindada del Lince, diseñada para resistir la onda expansiva de una mina, no fue suficiente para proteger a sus cinco ocupantes.

Los dos fallecidos son el sargento Manuel Argudin Perrino, de 34 años, casado y con dos hijos, natural de Gijón; y la soldado Niyireth Pineda Marín, colombiana, de 31 años, con un hijo. Se trata de la segunda militar del Ejército español que fallece en una misión en el exteriorr. La primera fue la soldado Idoia Rodríguez, que perdió la vida en 2007 también por la explosión de una mina en Afganistán.

El sargento viajaba en el asiento del copiloto y la soldado iba inmediatamente detrás.

Los heridos son el soldado Jhony Aliario Herrera Trejos, de 28 años, natural de Bogotá (Colombia), con fracturas en ambas piernas y en un brazo; el cabo Roi Villa Souto, de Pontevedra, con 26 años y fracturas en las piernas; y el soldado Rubén Velázquez Herrera, de Las Palmas de Gran Canaria, de 20 años, que sufre diversas contusiones.

Los tres fueron llevados en helicóptero al hospital de la OTAN en Bala Murghab a la espera de su traslado, una vez estabilizados, al hospital español de la base de Herat. En principio, no se teme por la vida de ninguno de ellos.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, viajará esta misma noche a Afganistán acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez, para interesarse por el estado de los tres heridos y la repatriación de los dos fallecidos.
Los cinco militares están destinados en el Regimiento de Infantería Soria número 9, con base en Fuerteventura, y pertenecen al contingente Aspfor XXVIII, que se incorporó a finales de marzo a Afganistán y tiene previsto su relevo en agosto.

El atentado se ha producido al sur del puesto avanzado de Ludina, en un tramo de la ruta Lithium que en teoría ya está libre de la presencia talibán. La insurgencia, sin embargo, no se resigna a que las fuerzas leales al Gobierno de Karzai, con el apoyo del contingente español, vayan extendiendo su autoridad por la provincia y han redoblado su ofensiva. En algunas zonas, como sucedió ayer y el pasado día 18, utiliza explosivos cada vez más potentes para atacar a las tropas de la OTAN sin exponerse. En otras, las hostigan con partidas fuertemente armadas. Así pasó el pasado día 21, cuando se sucedieron dos ataques con armas ligeras contra una patrulla española y el destacamento de Darrah-e-Bum, en la Ring Road (la carretera que circunvala Afganistán), con el resultado de dos insurgentes muertos.

Asegurar la circulación por la Ring Road y la Ruta Lithium —donde están a punto de iniciarse las obras de asfaltado de la carretera— resulta esencial para que puedan cumplirse los planes de retirada anunciados el pasado viernes en Bruselas por ell presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En torno al torno al 10% de los 1.550 efectivos del contingente español debería volver a casa en el primer semestre de 2012; hasta el 40% en el primer semestre del año siguiente ; y la "retirada completa·, en 2014.