Decenas de miles de estudiantes chilenos salieron ayer a protestar a las calles de Santiago y otras ciudades del país, para exigir al Gobierno que cumpla su promesa de reformar la educación para mejorar su calidad y hacerla gratuita en todos sus niveles.
Las organizaciones estudiantiles y de profesores convocaron a la marcha para que las reformas que el Gobierno ya ha ingresado al Congreso, que ponen fin al lucro, a la selección de alumnos y al copago por parte de los padres en los colegios subvencionados, no sean mediatizadas por negociaciones entre los distintos sectores políticos.
"Los proyectos de ley pueden ser letra muerta si no hay voluntad política", afirmó Melissa Sepúlveda, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech).
"Queremos demostrar que somos muchos más los que queremos cambios en la educación", agregó Naschla Aburman, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc).
Portando lienzos que llamaban a una "educación pública y no de mercado", la columna de manifestantes avanzó de forma pacífica por la Alameda, la principal avenida de Santiago, hasta pasar frente al palacio de Gobierno, La Moneda.
Los organizadores de la marcha, la quinta de este año, estimaron la cantidad de participantes en unos 80.000, mientras que la Policía dijo que no superaban los 25.000.
Como ya es habitual en este tipo de movilizaciones, al final se registraron algunos incidentes entre jóvenes encapuchados y los carabineros.