Más de 190.000 personas han muerto en Siria desde que comenzó el conflicto en ese país, estimó hoy la oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
El dato es el resultado de la compilación realizada entre varias fuentes, entre ellas el gobierno, durante el periodo de marzo de 2011 a abril del actual año.
La Alta Comisionada, Navi Pillay, indicó que probablemente el estimado es inferior a la realidad y condenó el fracaso de la comunidad internacional en lograr el fin del conflicto.
Rupert Colville es el portavoz de Pillay en Ginebra.
"Pillay lamenta profundamente que, dada la aparición de tantos otros conflictos armados en este periodo de desestabilización global, los combates en Siria y su impacto terrible sobre millones de civiles va quedando fuera del radar internacional", dijo.
La Alta Comisionada añadió que es imprescindible que los gobiernos adopten medidas serias para poner fin a los combates y disuadir los delitos, y sobre todo dejar de alimentar esta catástrofe humana mediante la provisión a las partes de armas y otro material de guerra.