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miércoles, 4 de marzo de 2015

Los militares contribuirán a pactar el desarme y el alto el fuego en Colombia

En un paso histórico, cinco generales del Ejército colombiano y un almirante tienen previsto llegar este miércoles a La Habana (Cuba), sede de las negociaciones del Gobierno de Bogotá y la guerrilla de las FARC, para abordar un acuerdo de alto el fuego bilateral y definitivo a un conflicto que se prolonga desde hace cinco décadas y que ha causado más de 220.000 muertos y seis millones de desplazados en Colombia.
El viaje del grupo a la isla caribeña fue anunciado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, el lunes pasado durante su visita oficial a España. Los militares formarán parte de una subcomisión técnica, encargada de discutir el alto el fuego bilateral, que funcionará de forma paralela a la mesa de negociaciones desde mañana y en la que también están los jefes militares de la guerrilla.
Es la primera vez que generales en activo se sentarán a dialogar con los guerrilleros, sin armas de por medio, para encontrar fórmulas sobre las modalidades del desarme, la desmovilización y el alto el fuego bilateral. Aunque las dos partes no negociarán directamente, lo que discutan será crucial para abrir el camino hacia la paz.
“Son los hombres que han vivido la guerra los que ayudarán a construir el tránsito hacia la paz”, dijo el jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, para explicar el porqué del viaje de estos militares, que se suman al general Javier Flórez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares quien, desde el año pasado, encabeza esta subcomisión por orden de Santos.
Para este analista, su presencia también implicaría una mayor firmeza frente a la guerrilla. “Es muy diferente tener a un solo general (Flórez) que a seis. En ese sentido, va a ser mucho más difícil tomar decisiones que después no sean aceptadas por el Ejército”, dijo Restrepo. Lo que, al final, podría facilitar que lo acordado por los negociadores se ponga en marcha rápidamente.La presencia de los militares en Cuba manda el mensaje de que se trata de un momento clave en el país para la toma de decisiones. Así lo cree Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos, CERAC. “Aunque estos militares no toman decisiones, sí asesoran a los negociadores y para eso se necesita de generales que tienen mando, conocimientos de inteligencia, del terreno y de las capacidades militares de las FARC”, explica.
En términos políticos, la presencia de los generales también representaría un apoyo importante de los militares al proceso de paz. “Ellos no solo han derramado su sangre, han pacificado el país y han dado los golpes más duros al terrorismo, al narcotráfico y a la delincuencia. También ahora contribuyen con su conocimiento y experiencia, para ver si es posible llegar a un desarme definitivo y reintegración definitiva”, dijo el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. Pero también agregó, para generar confianza ante quienes dudan del futuro de las Fuerzas Armadas, que el país puede sentirse tranquilo, ya que los elegidos “no se van a dejar meter goles”.
Para María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz y experta en seguridad, Pinzón manda un mensaje a los militares para que no se cometan los errores del pasado. “Antes, los militares estuvieron bastantes marginados o se automarginaron de la negociación. Y si hay un tema en el que hoy hay que meterlos es en el del alto el fuego y el abandono de las armas”, dijo.
Sin embargo, la iniciativa de Santos no ha estado exenta de críticas, en especial del expresidente Álvaro Uribe, que se ha mostrado en contra de que se ponga a los militares al mismo nivel del “terrorismo”. “Ahora les obligan no a cumplir su tarea de dar seguridad a los ciudadanos, sino a ser interlocutores del terrorismo de tú a tú”, dijo en una entrevista con el diario español El Mundo.