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viernes, 8 de julio de 2011

“Nos han persuadido de que no hay peor país, que somos haraganes, pícaros, ineptos”

AVN .- La revolución socialista que vive el pueblo de Venezuela en la actualidad se compara con la lucha independentista que libraron los venezolanos contra el imperio español para alcanzar la libertad de la patria, lucha que además a lo largo de 200 años se ha ido superando contra otros imperios que han pretendido mantener aletargada a la patria de Bolívar.

Así lo expresó Roberto Hernández Montoya, orador de orden de la Sesión Solemne efectuada en la Asamblea Nacional (AN) para celebrar los 200 años de la Independencia de Venezuela, quien resaltó este viernes durante su alocución que la osadía de la revolución socialista es comparable a la lucha vanguardista de 1811, cuando se desafió al mayor poder imperial conocido hasta entonces.

“Estamos, pues, acostumbrados a desafiar y a derrotar imperios. Están todos invitados e invitadas a esta fiesta permanente, la más bella posible”, expresó.

En este sentido, declaró que así como ocurrió en 1811, lo venezolanos de hoy tienen una gran responsabilidad, pues Venezuela ha sido en muchas ocasiones vanguardia de movimientos sociales y ejemplo vivo para otras naciones que luchan por un mejor porvenir.

Montoya recordó que esa independencia significó la declinación de unos imperios a favor de otros y cambió el destino de todo un continente. “Fue tan radical aquel proyecto que aún nos cuesta una enormidad”.

Debido a esa vanguardia libertadora que ha significado Venezuela, la nación aún sufre los ataques de los imperios, sobre todo de Estados Unidos, Gobierno al que le causa angustia que desde Venezuela se reclamen los derechos más elementales como alimentación, educación y salud.

El presidente del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) señaló que una de las estrategias de dominación imperial es desvalorizar al dominado y “convencerlo de que no vale nada. Es así como nos han persuadido de que no hay peor país que Venezuela, que somos haraganes, pícaros, ineptos, violentos e inmorales”.

El libre uso de nuestra soberanía

Al iniciar la sesión, los diputados Luis Acuña, Andrés Eloy Méndez, Zulay Martínez, Christian Zerpa y Sosa León leyeron una cronología de los acontecimientos previos a la firma del acta.

Gladys Requena, parlamentaria del estado Vargas, fue la encargada de leer el acta de la Independencia desde la tribuna de oradores del Hemiciclo Protocolar.

“En nombre de Dios Todopoderoso, nosotros, los representantes de las provincias unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que conforman la Confederación Americana de Venezuela en el Continente Meridional, queremos antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados la fuerza, por más de tres siglos, y nos ha restituido el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al universo las razones que han emanado de estos acontecimientos y autorizar el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía”, recitó la legisladora.

A la sesión asistieron representantes de los poderes públicos, del Alto Mando Militar, diplomáticos y representantes del poder popular, quienes desde la mañana colmaron la sede de la Asamblea Nacional (AN).

Exposición y actos culturales

Quienes no lograron ingresar al Hemiciclo Protocolar vieron la sesión a través de pantallas gigantes colocadas en las afueras del Palacio, donde se instalaron gradas techadas.

Grupos musicales se presentaron en las tarimas ubicadas frente a las fachadas del Palacio, al tiempo que decenas de actores escenificaron la firma del Acta de la Independencia y la cotidianidad de 1811 en los espacios internos.

Previo a la sesión realizada este viernes, la directiva del Parlamento inauguró la exposición Trazos de Independencia, en los jardines del Palacio Federal Legislativo, que exhibe actas y documentos emblemáticos de la época.

Al finalizar el recorrido, la jefa de Gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faría, le entregó al presidente y primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), Fernando Soto Rojas y Aristóbulo Istúriz, respectivamente, una réplica del acta de Independencia, como parte de los actos protocolares.