La absorción por el organismo humano de diversos químicos sintéticos a la vez, incluso a bajas dosis cada uno, está cada vez más asociada por los científicos con el aumento de enfermedades y desórdenes del sistema endocrino, reveló este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los químicos capaces de transtornar el sistema endocrino -del que dependen funciones vitales como el metabolismo, el crecimiento, el sueño y el humor- están en productos presentes prácticamente en todos los hogares, como cosméticos y para el cuidado personal.
Igualmente en productos industriales, como aparatos electrónicos y pesticidas.
Un informe dado a conocer hoy por la OMS indica que, aunque la evidencia científica aún es insuficiente para establecer una relación directa entre ciertos componentes químicos y sus consecuencias negativas en el ser humano o el medio ambiente, resulta claro que la combinación de ellos tiene un impacto desfavorable en la salud humana.
Con respecto a diez años atrás, cuando la OMS realizó la primera investigación sobre este asunto, el avance se centra en reconocer "que el aumento de los desórdenes y enfermedades endocrinas no puede estar exclusivamente asociado a procesos genéticos", explicó la directora de la OMS para Salud Pública y Medio Ambiente, María Neira, al presentar el estudio en Ginebra.
Neira señaló que resulta razonable considerar que el problema tiene que ver con una combinación de factores como el envejecimiento, la nutrición y la exposición de las personas a las sustancias químicas que afectan las funciones endocrinas.
Uno de los aspectos que más preocupa a la OMS es la multiplicación de sustancias químicas presentes en la vida diaria y el hecho de que el ser humano se encuentre expuesto a buena parte de ellas incluso antes de nacer.
"Los niños son los más vulnerables, pero la exposición empieza en el útero, lo que puede causar desórdenes o enfermedades veinte años después de la exposición fetal", declaró la experta.
Diversos estudios científicos han encontrado asociaciones entre la exposición a dichos químicos y la infertilidad en varones jóvenes, ciertos tipos de cáncer de mama en mujeres, y el cáncer de próstata y de tiroides.
Asimismo, se ha relacionado a estos productos con consecuencias nefastas para el sistema nervioso infantil, especialmente el déficit de atención y la hiperactividad.
Los químicos dañinos para el sistema endocrino pueden entrar en el ambiente a través de los desechos industriales y urbanos, la acumulación de químicos utilizados en la agricultura, la inhalación de gases y partículas presentes en el aire y a través del contacto con la piel.
Entre las acciones que la OMS propone figura mejorar la capacidad para analizar el impacto de más químicos en el sistema endocrino, determinar mejor las vías de exposición y promover la transparencia para que las industrias hagan declaraciones exactas de las sustancias que contienen sus productos.
EFE