El incremento del tipo máximo del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en un 2,5 por ciento, hasta un 20 por ciento, que entra hoy en vigor en el Reino Unido es una medida "dura pero necesaria" para lograr la recuperación económica del país, según el ministro británico de Finanzas, George Osborne.
Con este aumento impositivo, el Gobierno de coalición espera aumentar los ingresos estatales a la vez que reduce la inversión pública y se recortan las prestaciones sociales con el objetivo de rebajar el enorme déficit que sufre el país.
En declaraciones hechas hoy al canal público británico BBC, Osborne negó que el Ejecutivo hubiera mentido al elevar esa tasa, una iniciativa que consideró necesaria para sanear la economía del Reino Unido.
"No me metí en política ni me convertí en titular de Economía con la intención de aumentar los impuestos. En realidad, soy alguien que cree que queremos intentar rebajar los impuestos en este país", afirmó el ministro.
No obstante, Osborne recordó que el Reino Unido afronta "un enorme déficit fiscal" y se encuentra "en medio de una crisis de deuda soberana en Europa", con lo que "al menos, parte del proceso de afrontar el déficit tiene que proceder del aumento en los impuestos, y el IVA se presenta como la opción".
El ministro recordó que su predecesor, el laborista Alistair Darling, "llegó exactamente a la misma conclusión al querer aumentar el IVA y dejó claro después de las elecciones que él lo habría aumentado de haber continuado en el cargo".
Osborne enfatizó que la subida, desde el 17,5 al 20 por ciento, es "un paso duro pero necesario hacia la recuperación económica del Reino Unido" y dijo que el nuevo nivel era "un índice razonable, dada la dificilísima situación en la que nos encontramos".
El ministro señaló que el aumento es "permanente" y que "incrementaría el empleo" puesto que aumentaría la confianza de los ciudadanos en que el Gobierno está haciendo frente al déficit presupuestario.
Por su parte, el portavoz de Economía del Partido Laborista (principal grupo opositor), Alan Johnson, consideró que el Ejecutivo de coalición de conservadores y liberaldemócratas había "roto una promesa" con la subida del IVA y consideró que la medida afectará más a los más pobres.
El aumento impositivo afectará a prácticamente todos los bienes y servicios de consumo, a excepción de artículos como la ropa de niños, los libros, los periódicos o revistas, que no están gravados, así como otros artículos sobre los que se aplica una reducción.
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