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sábado, 5 de noviembre de 2011

Alfonso Cano, el último ideólogo universitario de las FARC

Alfonso Cano, líder de la guerrilla colombiana de las FARC, muerto este viernes en el sur del país a manos del ejército, encarnó un trayecto muy concurrido entre la universidad y la guerrilla en el contexto de la guerra civil nunca declarada que azotó a Colombia.

Cano, nacido en Bogotá en 1948, había reemplazado en 2008 como jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la guerrilla más antigua de América Latina con 47 años de lucha armada, a su fundador y líder histórico Manuel Marulanda ("Tirofijo"), quien había fallecido de muerte natural.

Su muerte siguió a la de Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, el líder militar de la guerrilla, abatido en un bombardeo en septiembre de 2010 en Colombia.

Pocos días antes de la investidura del presidente Juan Manuel Santos, en agosto de 2010, Cano divulgó un video en el que le llamaba a dialogar en busca de una salida pacífica al conflicto armado de Colombia, honrando su fama de "moderado" dentro de la guerrilla. Pero aparentemente no hubo ningún contacto directo en este tiempo entre la debilitada guerrilla y el gobierno.

Cano, cuyo verdadero nombre era Guillermo León Sáenz Vargas, hizo cursos de derecho y antropología en la estatal Universidad Nacional en Bogotá, y venía de una familia de clase media, conformada por una maestra y un ingeniero agrónomo.

Tras una ascendente y rápida carrera en el seno de las FARC, Cano, de 62 años, era además el ideólogo político de esa guerrilla.

Ingresó a las FARC tras militar en los años 70 en las juventudes del Partido Comunista, en el cual llegó a ser uno de sus principales líderes. Como dirigente estudiantil fue detenido tras una serie de protestas en la Universidad Nacional.

Un compañero de la universidad lo calificó como un "excelente estudiante de historia", que se apasionaba también por los libros de ciencias políticas.

En los años 80 estuvo al frente de la creación de la Unión Patriótica, un partido político conformado como parte de las negociaciones de paz que se realizaron con el gobierno del presidente conservador Belisario Betancourt (1982-1986).

Tras la ruptura de esos diálogos y el advenimiento de una campaña en la que más de 3.000 militantes de la Unión Patriótica fueron asesinados, Cano ingresó de pleno a las actividades militares de las FARC y se le encomendó la dirección del bloque noroeste en la región bananera de Urabá (fronteriza con Panamá).

Luego encabezó la delegación negociadora de la guerrilla en las conversaciones que se realizaron en Caracas en 1991 y Tlaxcala (México) en 1992, cuando su figura con una espesa barba y grandes lentes se hizo familiar.
Sobre su vida privada se desconocen la mayor parte de sus detalles, aunque uno de sus hermanos, que le había pedido desmovilizarse y reincorporarse a la vida política, ha sido miembro del Concejo de Bogotá a nombre del partido de izquierda Polo Democrático.

Según fuentes militares, en la acción en la que fue abatido este viernes también habría muerto su compañera sentimental.

AFP