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martes, 8 de mayo de 2012

Cárceles son contrarias a la libertad con la que nace el ser humano según activista social


Este martes en el programa "Soluciones", Gilber Caro, activista de derechos humanos, Yadira Silva, activista social y Vladimir Ramírez, coordinador de redes penintenciaras, contaron su experiencia como reclusos dentro de las cárceles del país, y de la forma en que cambiaron su vida. 

Gilber Caro expresó que desde muy niño visitaba diferentes cárceles del país, ya que tenía un hermano internado. “Recuerdo desde niño visitar Tocuyito, visitaba a mi hermano y era muy doloroso, también visité el reten de Catia, el olor es indescriptible”. 



Por su parte, Yadira Silva, quien también estuvo recluida indicó:"no puedo describir una cárcel, solo nosotros que palpamos ese dolor sabemos lo que es, y sobrevivir, eso nos tocó a nosotros”.

Vladimir Ramírez, quien también se alejó del mundo de la delincuencia contó que: “para estar tras las rejas no hace falta ser un delincuente, no se lo recomiendo a nadie, uno puede perder la vida por tanta soledad y tristeza”. 

Asímismo, se refirieron a la situación que se vive dentro de los recintos penitenciarios. Caro indicó que en el año 1994 existía un pabellón del reten de Catia en el que podían haber 34 personas. “Visité El Rodeo el año pasado y 700 personas pueden vivir en un patio”.

Caro aseguró que para mejorar la situación de los privados de libertad las normas deben ser aplicadas por un ente, cuando éste no existe hay un desorden total, lo que ocasiona que “cuando una persona entra a la cárcel tiene que sobrevivir”. 

A pesar de todo lo que vivieron dentro de las cárceles, estos tres venezolanos decidieron cambiar su situación para mejorar su calidad de vida.

“Una noche dije basta, que tenía que seguir por el camino bueno. Cuando uno está en el mundo de la delincuencia uno tiene el poder al momento pero mañana uno no sabe dónde puede estar por eso tomé la iniciativa de quererme primero, y tomé la desición de no seguir en ese mundo”, afirmó Ramírez. 

Por su parte, Silva aseguró que para cambiar pensó en su familia y en sus hijos, quienes para ella "son el motor de su vida". 

“Duré 22 meses sin ver la luz,  lloré de tanto dolor porque estás solo, un hombre me habló de Jesús, y oró por mi”, aseguró Caro quien decidió cambiar su vida. 

Entre las soluciones que plantearon para mejorar la situción de los privados de libertdad, destacaron que el estado debe realizar convenios con las empresas para que los reclusos tengan fuentes de trabajo, además de oportunidades de estudio y actividades deportivas.

“El preso necesita acercarse a la libertad para cambiar, debe aprender a tener derechos", ya que según Caro las cárceles son contrarias a la libertad con la que nace el ser humano.

Por su parte, Silva dijo que las cárceles son “máquinas destructoras de éste mundo”, y en ellas el ocio es lo peor que puede existir.

Estos tres venezolanos son testimonio de que el privado de libertdad puede cambiar y mejorar su calidad de vida, por lo que destacaron la importancia de que la sociedad les de una oportunidad.

"Nuestras manos en algún momento destruyeron, hoy pueden construir un mejor país", afirmó el activista social Gilber Caro.