El diputado a la Asamblea Nacional (AN), Orlando Ávila, afirmó que “en las últimas semanas se han agudizado los problemas económicos y sociales en Venezuela, mientras Hugo Chávez va y viene constantemente de Cuba para vigilar que hacen sus subalternos, en demostración de desconfianza hacia el vicepresidente Elías Jaua y el ministro Jorge Giordani, lo que nos lleva a inferir que el gobierno nacional está al garete, naufragando por las aguas del Caribe”.
“Nano” Avila, quien es además presidente regional de Un Nuevo Tiempo (UNT), dijo que “actualmente hay una marcada escasez de diversos artículos como la leche en polvo, aceite y azúcar, y se presenta una cíclica desaparición de los cortes de carne y pollo; pero lo más inaudito, en momentos en que el gobierno publicita que Venezuela es la nación con las mayores reservas de petróleo del mundo, es que en regiones del país, Caracas incluída, se han presentado problemas con el suministro de la gasolina”.
Si a esto le sumamos la delincuencia galopante, con las escalofriantes cifras de centenas de homicidios todas las semanas; el alto grado de desempleo que afecta a un millón 200 mil venezolanos; la falta de viviendas; la escasez y mercado negro de cabillas y cemento; los masivos apagones eléctricos en todo el país; el desabastecimiento de alimentos y medicinas, las amenazas de inhabilitación a líderes de la oposición; y alto costo de la vida debido a una inflación creciente de dos dígitos; nos encontramos ante un panorama sombrío en Venezuela”, apuntó Ávila.
“Y mientras así están las cosas en el país –añadió el diputado insular- Chávez deshoja la margarita entre permanecer en Cuba o quedarse en Venezuela para superar sus problemas de salud, mostrando una gran desconfianza a Elías Jaua y a Giordani, en quienes delegó por partida doble y por primera vez en doce años, sus funciones de gobierno; en un constante ir y venir por el Caribe, quizás por un gran temor a que el famoso “nido de alacranes” de sus subalternos se alborote en su ausencia y de al traste con su anacrónico socialismo del siglo XXI”.
Vía Prensa UNT
