“Está demostrado que las emociones de la madre gestante afectan al bebé. Cuando ella tiene emociones, en general, transmite sustancias específicas de acuerdo a su estado anímico; por ejemplo, cuando tiene ira produce adrenalina; con el miedo segrega catecolamina; el stress produce cortisol, entre otros”, comentó el doctor Carlos Bromley, coordinador de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud.
El especialista también aseguró que cuando la gestante lleva al feto emociones negativas, el niño desarrollará sensibilidad ante determinadas sustancias que influirá en su futuro; por lo tanto, el menor sentirá necesidad de los mismos elementos y se va a proveer de emociones de este contenido.
“Los sentimientos que tiene la madre durante su embarazo llegan al bebé e influye en su crecimiento, su desarrollo, en la formación de su cerebro, hasta en la estructura cerebral”, mencionó el doctor Bromley.
Así mismo, recomienda que para tener hijos sanos con capacidad de resolver problemas, se les tiene que dotar de herramientas emocionales como bienestar, alegría, felicidad, estabilidad emocional, tranquilidad, etc.
“Hay que tener un equilibrio entre lo emocional y lo racional, muchas veces la inteligencia emocional es más importante que la inteligencia racional para tener éxito en la vida”, finalizó el doctor.
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