Firmes y tan expresivas como auténticas figuras humanas de hombres, mujeres y niños, seis estatuas de arcilla y desechos expresan estos días en Gaza, con su mudo testimonio, el clamor del barrio de Shayaíe, escenario de muerte y destrucción durante la reciente ofensiva israelí en la franja.
Seis figuras expuestas junto a los derruidos edificios que son obra del artista palestino Eyad Sabbah, quien quiere con su silencio y dramáticas expresiones trasladar al mundo el dolor de la tragedia.
"El silencio de las estatuas explica la muerte, la destrucción y el desplazamiento", advierte el autor de una muestra que recapacita sobre los hechos que ocurrieron en julio en ese barrio, primero arrasado por los bombardeos israelíes y luego tomado por fuerzas terrestres.
La inusual semblanza artística del horror representa a un hombre con un bebé en sus brazos, a su mujer arrastrando de la mano a otro hijo y a una anciana que, con su bastón, trata a duras penas de seguirles el paso.
La arcilla al natural es salpicada de forma provocadora por el rojo de una sangre que alude a la huida en medio del avance militar israelí, a decir de este profesor de artes plásticas en la Universidad Al Aqsa de Gaza.
Sabbah simboliza con sus figuras el horror y la destrucción, pero también el despertar artístico en una empobrecida Gaza mediterránea que sirve de hogar a 1,8 millones de palestinos sumidos en la pobreza, el desempleo y el bloqueo de Israel.
Y es que, a menos de dos meses de una ofensiva que dejó más de 2.150 muertos y 11.000 heridos, mientras la población aún espera la ayuda internacional para reconstruir sus hogares e infraestructuras, el arte en todas su facetas comienza a respirar a través de la música, literatura, pintura, escultura y teatro.