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lunes, 2 de enero de 2012

Evans: “La oposición venezolana vive una de sus más grandes crisis en los últimos 13 años”


Considera que “la oposición venezolana en este momento vive una de sus más grandes crisis en los últimos 13 años”.

Además, Evans asegura que el nivel de los debates realizados por la Mesa de la Unidad “ha generado una amplia disminución del apoyo de los indecisos a la oposición y ha fortalecido al aún no en campaña, candidato Chávez”.

“Esperamos que la oposición pueda lograr cumplir este reto que el país le demanda, aunque lo dudamos si mantiene la dirigencia que tiene y no ocurre un sismo que sacuda sus cimentos”, destaca.
A continuación la columna completa de Nicmer Evans:
La oposición venezolana para el 2012 presenta retos que son realmente significativos para el país, no importa la postura política o ideológica que se adopte ante el gobierno revolucionario del Presidente Chávez.
Estamos hablando de no menos del 40% de la población electoral activa, quienes consideran que la conducción del presidente Chávez no es la más adecuada, pero presentan serias dificultades para articular una verdadera alternativa.
La oposición venezolana en los últimos 13 años se ha caracterizado fundamentalmente por:
Ser no sólo heterogénea, sino, profundamente contradictoria.
Amalgamar a una serie de agrupaciones políticas, por una parte representantes de un pasado fracasado políticamente y por otra unas nuevas generaciones que no pueden deslastrarse de un pasado que aunque no construyeron, terminan reivindicando e incluso terminan siendo cómplices.
Un colectivo, que aunque su mayoría está “preñada de buenas intenciones”, sigue dominado por una gran desconexión entre sus bases populares y las cúpulas cogolléricas que conducen su destino.
Tener una dirigencia o cogollo que no ha sabido reinterpretar la realidad del país, desconociendo que Venezuela es distinta a la que fundó Betancourt y Caldera.
Tener una dirigencia que aún piensa que la mayoría de la población venezolana se puede engañar con títeres en el poder, y manipuladores de los hilos del poder, escondidos, detrás de bastidores.
En especial, sobre este último punto quiero centrar mi atención.
La oposición venezolana en este momento vive una de sus más grandes crisis en los últimos 13 años.
Producto de los resultados electorales del año 2010 en las elecciones parlamentarias, donde sin duda obtuvieron casi la mitad del electorado y casi lograron ganar a las fuerzas aliadas al Presidente Chávez; en lugar de canalizar ese potencial éxito, se ha entrampado en faccionalismos que decidieron abrogarse el protagonismo de futuros éxitos que condujeran a la derrota del Presidente Chávez, distrayendo su atención sobre aspectos estratégicos para lograr este objetivo: 1. Articular un proyecto político e ideológico común, 2. Articular esfuerzos de organización popular concretos, que no dependieran de las bases de los partidos ya existentes, sino, que articulara lo existente con nuevas formas de movilización más incluyentes.
Pero como ya dije, esto no sucedió, y en lugar de fortalecerse, hicieron todo lo mejor para debilitarse, nadando en el individualismo o en el sectarismo cuartorepublicano que lidera Ramos Allup y su séquito de acólitos que aunque no lo aceptan, lo siguen y adoran como ejemplo de una tradición casi dogmática de que con “AD se vive mejor”.
Pero quizá, lo peor que le ha deparado a la oposición venezolana es la calidad de los precandidatos que terminaron presentándose a la oferta preelectoral para las “primarias” de La MUD.
En este sentido no es mi pretensión entrar en descalificaciones sin sentido contra los personajes en cuestión, pero en una generalización que creo acorde a la realidad, estoy convencido que los actuales aspirantes no son lo mejor que tiene la oposición para enfrentar a Chávez, así La MUD sufre de “kakistocracia (gobierno de los peores) capitalista”, lo que ha conducido a sumergir sus aspiraciones en quien más tenga para financiar una campaña y no en quien más pueda aportar para el debate o sea el más apto para gobernar.
Mientras, los titiriteros: Aveledo y Allup mueven los hilos para un candidato de “consenso”, aunque las “primarias” siguen su curso.
Las “primarias” han sido una suerte de premio consuelo para Primero Justicia, partido que aunque con fuerte apoyo en las bases de la oposición, siempre ha sido dominado por la experiencia de AD.
Sin embargo, y a diferencia del año 2006, donde su precandidato no figuró primero en las encuestas en ningún momento, ahora Capriles tiene una opción ganadora que pareciera conducir a forzar las primarias, a pesar de que todo está negociado para que el peor de lo peores sea el candidato, Pablo Pérez.
En este sentido, Capriles aunque representa la posibilidad de romper la hegemonía adeca en la oposición, aún no representa un cambio real de tipo de oposición en el país (capitalista, retrógrada, imperialista y mercenaria) y esto podría llevarlo a la derrota el 12 de febrero.
La oposición, en la actualidad se divide entre adecos y antiadecos, pero los antiadecos no representan una alternativa de cambio en el seno de la MUD.
Con todo este escenario, hoy nada favorable, la oposición embiste hacia las elecciones del 7 de octubre.
Una oposición que lo peor que pudo hacer fue someter al escarnio público el discurso de sus precandidatos en unos aparentes “debates”, de tal nivel que ha generado una amplia disminución del apoyo de los indecisos a la oposición y ha fortalecido al aún no en campaña, candidato Chávez, que con grandes críticas por parte de sectores aliados al proceso político, sin embargo aún preserva lealtades y se crece ante las adversidades, tanto de su enfermedad como de la crisis del capitalismo mundial, aplicando políticas para algunos populistas, para otros como yo, continuación de una acción de Estado que reivindica deudas sociales y generan rédito político y electoral, acción determinante pero no única para ganar las próxima elección presidencial.
Con este camino tal como se dibuja, el reto de retos de la oposición para este año será la de convertirse en una verdadera oposición, a partir de los resultados hasta hoy proyectables de una derrota.
Para el bien del país y la salud democrática, esperamos que la oposición pueda lograr cumplir este reto que el país le demanda, aunque lo dudamos si mantiene la dirigencia que tiene y no ocurre un sismo que sacuda sus cimentos. Feliz 2012.
“Espacio crítico para la construcción socialista #64″
“Retos de la oposición en el 2012″

Nicmer N. Evans
nicmerevans@gmail.com