Japón solicitó hoy a la delegación de EEUU
que ha viajado a Tokio para instar al Gobierno nipón a que reduzca sus
importaciones de crudo iraní que le exima de aplicar esas sanciones contra Irán,
según la agencia local Kyodo, que cita una fuente del Ministerio de
Exteriores.
El Gobierno nipón ha pedido al equipo estadounidense,
encabezado por el asesor especial del Departamento de Estado de EEUU para la no
proliferación y control de armas, Robert Einhorn, una dispensa en el apoyo a las
nuevas medidas con las que Washington quiere presionar a Teherán para que
abandone su controvertido programa nuclear.
La solicitud de Japón se basa
en que ya han recortado sus importaciones con Irán en un 40 por ciento en los
últimos cinco años, una reducción que EEUU podría ver como suficiente para
eximir a Tokio de las sanciones establecidas para aquellos países que mantengan
operaciones financieras con Irán.
La ley, firmada por Barack Obama el
pasado 31 de diciembre, exime de aplicar las sanciones a Irán a aquellos países
que hayan reducido significativamente su volumen de compra de crudo de
Teherán.
Las nuevas medidas a las que insta Washington pretenden reducir
las ventas de crudo iraní en grandes mercados como Europa, Asia o India, así
como el aislamiento internacional de su Banco Central.
La visita de esta
delegación estadounidense a Japón para solicitar el apoyo a las sanciones contra
Irán se produce una semana después de que el secretario estadounidense del
Tesoro, Timothy Geithner, visitara Tokio con ese mismo objetivo.
Durante
la visita de Geithner, el ministro japonés de Finanzas, Jun Azumi, señaló que
Japón recortaría gradualmente sus importaciones de petróleo iraní, que
constituyen un 10 por ciento del crudo que adquiere en el exterior.
Sin
embargo, posteriormente el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, dijo que aún
se debe tomar una decisión definitiva y mostró su preocupación por las "graves
consecuencias" que pueden tener las sanciones sobre las economías "de Japón y
del mundo".
Ayer, tras una primera reunión con funcionarios japoneses, ,
Einhorn subrayó que ambas partes coinciden en que "una mayor presión podría
servir de incentivo para que Irán vaya a la mesa de negociación", aunque indicó
que todavía se dialoga sobre el modo de aplicación de las sanciones.
EFE