EFE-Los inspectores de la troika que forman el
Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central
Europeo (BCE) presentan hoy en Dublín sus conclusiones sobre la revisión de las
medidas adoptadas por el Gobierno irlandés en el último trimestre para cumplir
con su rescate económico.
Este es el quinto análisis que efectúan desde
que Irlanda aceptase a finales de 2010 un programa de ayuda del FMI y la Unión
Europea (UE) cuantificado en 85.000 millones de euros.
Como en las
anteriores ocasiones, el Gobierno irlandés confía en que la troika certificará
con buena nota los progresos realizados por las autoridades de este país durante
el último trimestre de 2011 y aprobará las medidas adoptadas para cumplir con
los objetivos marcados para los primeros tres meses de este año.
Antes de
darse a conocer el informe de la troika, los ministros irlandeses de Finanzas y
de Gasto Público, Michael Noonan y Brendan Howlin, respectivamente, presentarán
su propio análisis del estado del programa de ayuda a este país.
Entre
las metas marcadas para comienzos de 2012 destaca la aplicación de la primera
fase de los presupuestos generales del Estado, unas cuentas encaminadas a
ahorrar 3.800 millones de euros y a reducir su déficit público hasta el 8,6 %
del Producto Interior Bruto (PIB) durante este año.
Con esta hoja de ruta
encarrilada, Dublín ha aprovechado la visita de la troika para abordar otras
cuestiones como la venta de bienes estatales, el proceso de reestructuración de
su sistema bancario y los programas de creación de empleo.
En este
sentido, el Ejecutivo de coalición entre el conservador Fine Gael y el Partido
Laborista confía en que el coste de la venta de empresas públicas no supere los
2.000 millones de euros.
No obstante, en el acuerdo firmado por el
anterior Ejecutivo, de corte centrista, en diciembre de 2010 con el FMI y la UE
para el rescate a este país se hablaba de cifras cercanas a los 5.000 millones
de euros.
Noonan ha insistido durante esta semana que ni su Gobierno ni
la troika ven necesario realizar una venta inmediata de bienes estatales dadas
las condiciones de la economía internacional.
Dublín, dijo el ministro,
no quiere desprenderse de sus recursos en unas "rebajas".