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martes, 3 de julio de 2012

La reunión internacional sobre siria del pasado sábado en Ginebra permitió un "cambio" en las posiciones de Rusia y China, afirmó este martes Ahmad Fawzi, portavoz del emisario internacional Kofi Annan. "No hay que subestimar el cambio que se produjo el sábado, especialmente en lo que concierne la posición de Rusia y China", dijo Fawzi a la prensa. El portavoz de Annan consideró "imperativo obtener un alto el fuego" para poder llevar adelante la transición política. Por su parte, el portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville, insistió en que la solución consiste en aplicar el plan Annan. "Para eso la violencia debe cesar el flujo de armas detenerse", dijo Rupert Colville. "Las dos cosas están inextricalemente ligadas", agregó Colville. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Turquía y países de la Liga Arabe llegaron el sábado en Ginebra a un acuerdo sobre los principios para una transición propuestos por Annan. Entre esos principios figura la formación de un gobierno de transición que incluya miembros del poder actual y de la oposición.


La tensión reinaba el martes en la ciudad de Shifang, en el sudoeste de China, escenario de duros enfrentamientos e implacable represión policial contra manifestantes opuestos a la construcción de una fábrica contaminante.
Según los habitantes interrogados por la AFP, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, dotadas de porras y gases lacrimógenos, proseguían este martes por segundo día consecutivo.

Shifang, una ciudad de 220.000 habitantes, se recupera apenas de las destruccciones provocadas por el sismo de Sichuan, que dejó 88.000 muertos y desaparecidos en 2008.

Según el gobierno, manifestantes atacaron el lunes edificios oficiales lanzando ladrillos y piedras, y agrediendo directamente a la policía y a otros funcionarios. La policía advirtió este martes a los manifestantes que serán "severamente castigados" si prosiguen sus acciones "ilegales".

Pese a ello manifestaciones esporádicas se producían el martes, según testimonios recogidos por la AFP.

"Acabo de ir a una pequeña plaza del centro de la ciudad. Hay ahí centenares, quizá más de un millar de personas. En cuanto me mezclé con los manifestantes, la policía hizo uso de sus gases lacrimógenos", declaró el martes por la tarde, por teléfono, una mujer que requirió el anonimato.

Un sitio internet gubernamental, enorth.com.cn, igualmente aludió a la utilización de gases lacrimógenos y de granadas ensordecedoras contra los manifestantes, el lunes en Shifang.

"Varios policías resultaron heridos, y decenas de coches de la policía quedaron dañados o fueron volcados", según este sitio, que informa que "durante la dispersión (de la manifestación), 13 personas resultaron ligeramente heridas, y todas fueron llevadas a hospitales".

El martes, fue imposible tomar contacto con la policía o las autoridades de Shifang.

Varias fotos colgadas en internet, y cuya autenticidad no pudo ser verificada de momento por la AFP, mostraban enfrentamientos entre centenares de policías antidisturbios y manifestantes.

Muchas de estas fotos muestran además a manifestantes ensangrentados, y en otras puede verse a centenares de personas desfilando en las calles, portando pancartas en las que se pide se abandone el proyecto de fábrica.

Esta fábrica metalúrgica estaría dedicada al tratamiento de metales pesados, como el cobre y el molibdeno. Ante los temores de la población sobre su impacto en el medio ambiente, el gobierno local había anunciado el lunes la suspensión de su construcción.

Los riesgos contaminación se han convertido en una frecuente fuente de descontento en China, donde el medio ambiente suele ser sacrificado ante el altar de un crecimiento económico y una industrialización desenfrenados.

Las autoridades chinas temen por la estabilidad social, especialmente antes del congreso del Partido comunista, este otoño boreal, que permitirá el acceso al poder en Pekín de una nueva generación de dirigentes.

AFP