Las autoridades australianas elevaron hoy a 20 los muertos en la última semana por las peores inundaciones en medio siglo en el estado de Queensland, informaron fuentes oficiales.
El temporal causa ahora estragos en el sureste del país y ha dejado millones de damnificados en toda la mitad oriental de Australia, donde la cifra de fallecidos desde noviembre asciende ya a 31.
Los habitantes del estado de Victoria se preparan para recibir las peores lluvias de los últimos 200 años, y por ahora 14.000 casas están sumergidas, 3.500 residentes han sido evacuados y la Policía pidió a los ciudadanos que no se acerquen a los ríos por si éstos se desbordan.
Dos jóvenes fueron rescatados ayer en la ciudad de Melbourne cuando se les escaparon las muñecas sexuales hinchables que estaban utilizando como flotadores para navegar por el río Yarra, que atraviesa la capital estatal.
Los aguaceros han afectado a un total de 34 localidades en el norte del estado como Horsham, que ha sufrido la crecida del río Wimmera.
Mientras tanto, en la vecina Nueva Gales del Sur las aguas han empezado a bajar y los servicios de emergencia pudieron acceder a parte de las 7.000 personas que estaban aislada.
El mayor drama todavía se vive en Queensland, donde la semana pasada las trombas de agua arrasaron el valle del río Lockyer y Brisbane, la tercera mayor ciudad de Australia.
Todavía se busca a 20 personas que desaparecieron en las peores inundaciones en medio siglo en la región, y la jefa del gobierno de Queensland, Anna Bligh, anunció hoy que una comisión judicial se encargará de investigar la tragedia.
Una tromba de agua arrasó el lunes la población de Toowoomba, donde un "tsunami interior" de una pared de agua de ocho metros de altura pasó por el centro de la ciudad y se llevó por delante barcos, coches y tejados de casas.
Una vez pasado el temporal, muchos se preguntan cómo pudo suceder ese fenómeno en una comunidad situada a 700 metros sobre el nivel del mar, algo que algunos atribuyen al diseño del sistema de canales fluviales.
Los pronósticos de los meteorólogos indican que las lluvias no cesarán esta semana, y en Queensland la Policía reforzará el contingente de miles de voluntarios y soldados que está limpiando las calles de Brisbane.
El desastre posiblemente se convertirá en el más costoso de la historia del país, según el viceprimer ministro y responsable del Tesoro, Wayne Swan.
Se calcula que el coste de las inundaciones llegará a los 13.000 millones de dólares -el 1 por ciento del Producto Interior Bruto de Australia- por las pérdidas para los sectores agrícola, minero y turístico.
EFE
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