El partido entre el Santos y el Morelia, correspondiente a la sexta jornada del Torneo Apertura del fútbol mexicano, ha sido suspendido tras escucharse detonaciones de bala fuera del estadio Corona, de Torreón, confirmó hoy la directiva del equipo local.
El encuentro se detuvo al minuto 40 cuando los jugadores, cuerpo arbitral y banquillo de los dos equipos, corrieron para protegerse después de escuchar disparos hacia el costado de la portería defendida por el guardameta de los visitantes, Federico Vilar.
Cientos de personas invadieron el campo para protegerse ante la persistencia de los disparos y otros cientos se cubrieron en los asientos. No se registraron heridos ni lesionados dentro del estadio, precisó la directiva.
Los disparos ocurrieron fuera del escenario deportivo, aparentemente cuando un vehículo de la policía federal respondió a un ataque a bala por parte de unos desconocidos, según la directiva del equipo Santos, que encabeza Alejandro Irarragori.
Tras confirmar el origen de los disparos y corroborar que no hubo heridos en el estadio, el presidente del Santos ofreció a los aficionados que permanecieran en las gradas para que pudieran observar otros partidos de fútbol en las pantallas.
Un incidente parecido ocurrió en 2010, cuando un partido de béisbol en la ciudad mexicana de Nuevo Laredo tuvo que ser suspendido a causa de una balacera que se registró en las afueras del parque. EFE
El encuentro se detuvo al minuto 40 cuando los jugadores, cuerpo arbitral y banquillo de los dos equipos, corrieron para protegerse después de escuchar disparos hacia el costado de la portería defendida por el guardameta de los visitantes, Federico Vilar.
Cientos de personas invadieron el campo para protegerse ante la persistencia de los disparos y otros cientos se cubrieron en los asientos. No se registraron heridos ni lesionados dentro del estadio, precisó la directiva.
Los disparos ocurrieron fuera del escenario deportivo, aparentemente cuando un vehículo de la policía federal respondió a un ataque a bala por parte de unos desconocidos, según la directiva del equipo Santos, que encabeza Alejandro Irarragori.
Tras confirmar el origen de los disparos y corroborar que no hubo heridos en el estadio, el presidente del Santos ofreció a los aficionados que permanecieran en las gradas para que pudieran observar otros partidos de fútbol en las pantallas.
Un incidente parecido ocurrió en 2010, cuando un partido de béisbol en la ciudad mexicana de Nuevo Laredo tuvo que ser suspendido a causa de una balacera que se registró en las afueras del parque. EFE