El ministro de Información libio, Moussa Ibrahim, dijo que 1.300 personas han sido asesinadas y otras 5.000 han resultado heridas en las últimas 24 horas, tras confirmar que los rebeldes se encuentran en la capital, Trípoli.
Los insurgentes señalan que cientos de sus combatientes continúan llegando a Trípoli desde el oeste.
Mientras tanto, en el bastión rebelde de Bengasi, en el este del país, grandes multitudes ya celebran lo que consideran la inminente caída del gobierno de Gadafi.
BBC