Un niño que duerme poco puede acabar desarrollando problemas anímicos
con la edad, afirma un nuevo estudio de la Universidad de Colorado, en
Estados Unidos.
El resultado de la investigación revela que los niños entre los 2 y 3 años
que no tomaron la siesta durante un día, presentaron aumento de ansiedad
y reducción de la capacidad de comprensión.
"Muchos niños pequeños no duermen lo suficiente en la actualidad y para
ellos, las siestas que realizan durante el día son una forma de asegurarse de
que sus depósitos de descanso están llenos cada día", señaló la profesora
Monique LeBourgeois, autora del trabajo.
Los investigadores explicaron que un sueño insuficiente altera la
expresión facial de los más pequeños, que responden a los
acontecimientos emocionantes de forma menos positiva y con mayor negatividad a
los sucesos frustrantes.
"Un sueño insuficiente, provocado por saltarse las siestas diurnas, se paga
en la forma en la que los niños expresan sus distintos sentimientos y con el
tiempo, puede dar forma a su desarrollo emocional cerebral y ponerles en riesgo
de desarrollar problemas anímicos con la edad", agrega LeBourgeois.