Es evidente que durante el verano el niño
está más expuesto al sol. ¿Cómo protegerlo de los rayos solares? Para el
pediatra y neonatólogo Enrique Bambarén, lo ideal es que el niño no esté
en la playa entre las once de la mañana y las tres de la tarde.
“Si no se puede evitar que el niño esté
en la playa en ese rango de tiempo, debe tener bloqueador solar, un
gorro, estar bajo una sombrilla y con ropa que lo proteja del sol”,
dijo tras agregar que no se puede estar totalmente protegido del sol
pues este no solo viene de arriba, sino que rebota en el mar y en la
arena.
Si la piel del niño está colorada por
exceso de sol o se ha producido una quemadura solar, se debe evitar ponerlo al
sol en los siguientes días, y se le deberá aplicar lociones para quemaduras. Si
salen ampollas se debe recibir atención médica.
“A lo largo de los
años la piel guarda las exposiciones al sol en su banco de memoria. Esa
quemadura quedó en su recuerdo. Viene otra quemadura y daña mas, y así
sucesivamente”, comentó Bambarén.
En cuanto el
bloqueador solar debe de tener una protección mínima de 30. “Que sea un
bloqueador difícil de retirarlo con el roce, toalla o agua, y debe aplicarse
varias veces al día. Además, debe ser aplicado unos 20 o 30 minutos
antes de salir al sol. Lo ideal es que el niño salga de casa con
bloqueador”, dijo.
Las piscinas durante el verano
puede ser foco de infección cuando no están limpias. Es el caso de la otitis o
infección del oído. “Cuando el agua entra por las orejitas inflama los
conductos del oído del bebé. Las gotas con analgésico o antibiótico controlan la
infección e inflamación”, explicó Bambarén.
La conjuntivitis o infecciones en los
ojos es otro motivo de consulta durante el verano. “Suele contraerse en
las piscinas y se manifiesta con legañas en los ojos”, explicó el
experto. La diarrea es otro mal en esta época y cuando es severa el niño debe
tomar “sales de rehidratación oral para evitar que se deshidrate”, acotó.
“Durante el verano se le debe
ofrecer al niño mucha agua. No se debe abusar de los jugos con azúcar,
porque pueden ser causa de obesidad. Es importante tener agua disponible para
que el niño la pueda tomar y se mantenga hidratado”, señaló el pediatra.
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