Reuters).- Una serie de anuncios políticos que engrandecen al presidente venezolano Hugo Chávez al mostrarlo como segundo de Dios han ofendido a sus opositores políticos, mientras la campaña para las presidenciales de octubre sigue en plena ebullición.
La televisión estatal retransmite continuamente una propaganda de un minuto destacando la historia de Andrés Ospino, quien se benefició con una nueva casa para su familia gracias a un programa habitacional del Gobierno.
La nueva propaganda está en el centro de sus esfuerzos para hacerse con la presidencia el próximo 7 de octubre. Su campaña está construida sobre la base de su personalidad y depende en gran medida de los subsidios a los más pobres pagados con la renta petrolera.“Yo tengo un dicho que dice: primero Dios, segundo mi comandante“, dice Ospino en su nuevo apartamento, luego de una apertura donde se ve la ciudad de Caracas al alba. Además, él llama a Chávez “el Bolívar este” en referencia al héroe decimonónico que libero gran parte de América Latina.
Si bien la promesa de una casa en un país con un déficit habitacional que supera los dos millones de unidades es una garantía de votos, los opositores se han burlado calificándola como una burda propaganda electoral y diciendo que la adulación cuasi religiosa a Chávez es una ofensa en un país católico.
“Es una vulgar copia de lo que hacían en la Unión Soviética en los tiempos de Stalin y lo que todavía hacen en la Cuba comunista fidelista y en la Corea del Norte”, escribió Gerónimo Figueroa, columnista de un diario regional.