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miércoles, 15 de mayo de 2013

¿Por qué los niños no deben dormir con sus padres?


Los padres piensan que dormir con sus hijos es la mejor manera de protegerlos de sus miedos; sin embargo, les hacen un daño, pues interfieren con su crecimiento físico e independencia, afirmó la licenciada Eva Caballero, psicóloga del Sistema Metropolitano de la Solidaridad (Sisol).
Explicó que los padres cuando duermen con sus hijos perjudican su descanso facilitando el insomnio y por lo tanto, alterando y comprometiendo la segregación de la hormona del crecimiento y talla.
Agregó que en algunas ocasiones los padres piensan en su comodidad y prefieren pernoctar con sus menores para evitarse noches de insomnio, al no tener que levantarse a mirar al niño durante la madrugada, negándole tener al pequeño su propio espacio, lejos de los ronquidos o los contactos por movimientos al compartir la cama.
De acuerdo a Caballero, los padres separados piensan que dormir con sus hijos de alguna manera los ayuda a protegerlos de los miedos y superar la situación que atraviesan, per esta acción evita que el niño desarrolle su propia independencia y seguridad en todo sentido.
¿Cómo los ayudamos a  dormir solos?
Muchas veces los padres sienten "pena" cuando escuchan llorar a su bebé, se rinden ante ello y terminan cargándolos y meciéndolos. Lo mejor es dejarlos llorar y así les enseñaremos a controlar sus emociones y que logren la calma, con esto se crea un hábito.
Los progenitores deben respetar el horario de sueño de los niños, la hora de ir a dormir debe ser siempre la misma, modificarlas ocasiona rabietas a la hora de despertarse, e ir a estudiar con ese estado de ánimo afecta la atención dentro del aula y en algunos casos el sueño los vencerá y se quedarán dormidos.
Tomar en cuenta a la hora de dormir:
- De acuerdo a la edad, los pequeños deben dormir las siguientes horas: de 0 - 2 meses: 10.5 - 18 horas; de  2 - 12 meses: 14 - 15 horas; de 1 a 3 años: 12 a 14 horas; de 2 a 5 años: 11 a 13 horas;  y de 5 a 12 años: 10 a 12 horas.
- Vestirlos con un pijama cómodo y limpio.
- El cuarto debe ser silencioso con una temperatura agradable.
- Enseñarles hacer una pequeña oración, leerles un cuento, apagar las luces y salir de la habitación.
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