Este martes, el economista Ramiro Molina aseguró que “Antes era mucho más barato estudiar en el exterior que en una universidad privada en Venezuela”.
En cuanto al otorgamiento de divisas a venezolanos en el extranjero, indicó que “mientras los ingresos petroleros aumentaban en el 2010 y al mismo tiempo habían pocos procedimientos administrativos para discriminar cómo se asignaban los dólares, se abrieron varios boquetes en los egresos de divisas”.
En este sentido, aseveró que “es evidente que en ese aprovechamiento de la oportunidad se puso una sobrepresión que estalló en el 2012. Eso no era posible de mantenerlo. Llegamos a consumir entre viajeros, remesas y estudiantes más de 7.000 millones de dólares y estamos bajando este año a 3.000 millones, este es un ahorro de 4.000″.
Indicó que el “tema de los estudiantes debería de tratarse de una manera distinta. Si ajustaras la tasa a un sicad II, por ejemplo, muchas de esas personas volverían porque estaban aprovechando un arbitraje cambiario. Esta bien que se subsidie pero para eso hay que establecer unos criterios, no puede ser ilimitado. Para lo regalado no hay suficiente”.
Afirmó que el país tiene pocas divisas “ante la gran demanda a esos precios tan bajos. Si el precio sube como en cualquier bien la demanda debe bajar. Creo que hay un problema de fondo que tiene que ver con el precio al que se están vendiendo divisas, habiendo tenido una inflación tan alta. Lo cual va a generar una demanda infinita. A 6,30 no alcanza nada”.
En cuanto a los estudiantes que están próximos a terminar sus estudios, aseguró que“mientras no tengan una respuesta oficial, ahí van a tener que poner todas sus capacidades a prueba, todas sus redes, familiares, amigos y posibilidades de financiamiento afuera. Algunos podrán, otros no. Lamentablemente esto cambió demasiado radical. Fue muy pendular la reacción del Gobierno en ir de un extremo a otro y en el camino es inevitable que termine siendo injusto para algunos”.
Por otra parte, aseveró que no cree que el Gobierno desmonte el control de cambio. “El Gobierno no está dando señales en esa dirección. Esta dando señales de mantener el sistema de control, tanto de precios, pero sobretodo de cantidades. Ante una demanda mayor que la oferta va a tener que aplicar criterios de racionamiento, que es lo que está haciendo desde el 2013 y creo que seguirá así en el 2015″.
En cuanto a la inflación hasta diciembre, afirmó que “pareciera que está rompiendo el 65% y debería estar aterrizando cerca del 70%. Lo cual es una inflación significativamente mayor que a la del año pasado y una de las más altas”.