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jueves, 27 de octubre de 2011

Analistas aseguran que Chávez busca cerrar filas con los militares con el aumento salarial

(AFP) – El anuncio del presidente Hugo Chávez de aumentar en 50% el sueldo de las fuerzas armadas venezolanas busca solidificar la lealtad hacia el mandatario en las filas castrenses, donde un sector observa con descontento el manejo de la institución, estimaron este jueves analistas.

“Vamos a incrementar 50% el salario del sector militar. Lo merecen por tanto trabajo que hacen y tanto esfuerzo que hacen”, anunció Chávez, vestido de verde oliva y botas la noche del miércoles en la Academia Militar de Caracas ante cientos de uniformados, a quienes también entregó en crédito casas y autos.

El incremento salarial a los militares, que será retroactivo desde el 1º de septiembre y tendrá un costo para el gobierno de más de 700 millones de dólares, se suma a los reajustes de 10% y 15% implementados en mayo y septiembre, respectivamente, al salario mínimo de los trabajadores venezolanos.

“Es el carácter militarista del gobierno que hace que haya preferidos y entre esos los militares, (…) un sector al cual el presidente le tiene afecto” y en el que “se refugia” señaló a la AFP el analista político José Vicente Carrasquero.

Durante el gobierno de Chávez, un teniente coronel retirado, los militares han recibido varios aumentos salariales, aislados y superiores a los de otros sectores como maestros y médicos. Ahora, además podrán adquirir vivienda y vehículos sin pagar cuota inicial.

El mandatario, que la semana pasada anunció que ya está recuperado del cáncer que le diagnosticaron hace poco más de cuatro meses y que le llevó a reducir sus frecuentes apariciones públicas, dijo estar feliz de estar nuevamente en la cuna de su formación militar y presidir un acto con efectivos de todos los rangos.

“Chávez les dice a los militares ‘con nuestro gobierno estás mejor’”, apuntó Carrasquero, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, recordando que en Venezuela los uniformados pueden votar en las elecciones, como en las próximas presidenciales del 7 de octubre de 2012.

Definidas por el propio Chávez como “antiimperialistas, revolucionarias y socialistas”, las fuerzas armadas venezolanas son consideradas por el mandatario como pilares de su proyecto de gobierno, que promueve la unión de lo cívico con lo militar.

Su lealtad es esencial para el presidente, que sufrió un golpe de Estado fallido en 2002, y quien desde entonces acusa a sus opositores de intentar infiltrar las Fuerzas Armadas para reeditar una asonada violenta.

En su discurso del miércoles, el mandatario pidió a los militares derrotar el objetivo de los opositores “de dividir la Fuerza Armada Bolivariana” y mantener la unidad entre los rangos porque “es una de las más grandes garantías de paz”.

“Están buscando, pero sé que no lo van a lograr, que haya un grupo de militares dispuestos a sumarse a esa actitud y salir hasta con armas a generar enfrentamientos entre nosotros, a generar hechos violentos para acusarme como de que soy el dictador que hizo fraude”, dijo el mandatario en referencia a las próximas elecciones presidenciales.

Chávez, de 57 años y en el poder desde 1999, buscará un tercer mandato en esos comicios.

“Quiere capitalizar (el aumento salarial) hacia su persona y lo hace de una forma muy cara, pero no creo que tenga éxito porque en la Fuerza Armada la lealtad es al sistema político y no al presidente”, dijo Carrasquero.

Para Hernán Castillo, historiador y especialista en seguridad y defensa, en el interior de los fortines existen “terribles y fuertes tensiones políticas” por el manejo de la institución castrense y la política militar que el aumento de salario busca calmar.

Según este profesor de la Universidad Simón Bolívar, la supuesta presencia de efectivos cubanos en el corazón del ejército venezolano, el manejo gubernamental del reclamo fronterizo con Guyana y las denuncias de narcotráfico contra jerarcas militares generan críticas y “descrédito”, que se expresa en hasta 50 solicitudes de baja semanales.

Pero el propio Chávez ha minimizado los problemas y ha asegurado en repetidas ocasiones que la Fuerza Armada venezolana está “cada día más unida”.