AVN).- La filosofía de hotelería clínica hospitalaria, de carácter gratuito, no es un lujo. El hospital Pérez de León II, en Petare, la practica a diario. La clave, según la directora de este centro de salud, Zayra Medina, “es el mantenimiento y la motivación del recurso humano para que atienda bien al paciente”.
El hospital, que por el número de camas -130 en la actualidad- puede ser un tipo tres, pero también un tipo cuatro por la complejidad de los servicios, fue inaugurado en agosto de este año. Desde entonces, ha atendido cerca de 100 mil personas, 7.200 de ellas por traumatología; ha concretado 587 cirugías quirúrgicas; y viene recibiendo cada día, en promedio, entre 500 y 600 pacientes por emergencias.
“Creemos en dar salud digna, con calidad de atención, con hospitalidad, con un recurso humano valiosísimo, con todos los criterios de lo que conocemos como hotelería clínica hospitalaria, eso significa que el paciente desde que ingresa debe sentirse como en un hotel, porque es la única posibilidad de que se sienta mejor psicológica y emocionalmente, y eso potencia enormemente las posibilidades de curación”, precisó Zayra Medina.
Durante un recorrido por el Pérez de León II, ningún paciente consultado dijo que se sentía mal atendido. Más allá de los pasillos pulcros, las camas nuevas, las salas organizadas, los almacenes de medicamentos bien dotados, lo que más destaca de este hospital es eso, el buen trato al ser humano.
La diferencia hace la eficiencia
Pese a la multimillonaria inversión en infraestructura y equipos que el Estado viene ejecutando en la plataforma de salud pública, la calidad del servicio continúa siendo materia pendiente.
“Estamos tratando de lograr un efecto distinto al que, lamentablemente, logran muchos hospitales públicos. El paciente se quiere ir, aún sin resolver su problema, porque es maltratado, vejado”, acotó la gerente.
A juicio de esta directora, “una persona que trabaje para el sector salud debe estar espiritualmente comprometida”, pero la motivación es otro ingrediente infaltable: “Antes de ingresar personal, yo procuro que hagan curso de autoestima, de ambiente laboral, y de calidad de atención. Mantengo el contacto directo y constante con todos los empleados, ellos saben qué es lo que se necesita. El personal de seguridad es altamente capacitado, es el que hace el primer contacto con el paciente”.
Al margen del recorrido y las cámaras de los medios, una dama hospitalizada dio su propio testimonio, sin ningún médico que la estuviera oyendo: “Mi’ja, yo no he estado en muchos hospitales, pero sí en muy buenas clínicas, y este hospital no tiene nada que envidiarles”, dice, antes de identificarse como Ana Lucía Velázquez, de 84 años, y referir su domicilio en un sector clase media de la capital venezolana.
El mantenimiento es otro detalle evidentemente cuidado en el Pérez de León II. “Para mantener un hospital en buen estado hay que estar encima de los detalles, tornillo que se cae, hay que reponerlo”, agrega Medina.
Servicios
Este centro de salud ofrece los siguientes servicios: Emergencia, con 31 médicos disponibles y sala de trauma shock entre las principales fortalezas; terapia intensiva, con 11 camas ahora y 10 más que se habilitarán en enero; traumatología (21 camas); laboratorio, equipado para procesar parámetros comunes y complejos, como enzimas cardiacas; cirugía e imagenología.
El servicio de cirugía incluye cinco quirófanos, uno de ellos inteligente, con equipos robotizados.Cuenta también con artroscopio, destinado a corregir problemas de rodillas, codos, hombros y otras articulaciones, y equipo de laparoscopia para cirugías de vesícula.
Imagenología dispone de radiología digital, un equipo de tomografía axial computarizada y tres equipos de ecosonografía.
Anexo a la planta fija, hay una Farmapatria, cuyos precios se ubican entre un 30 y 42% por debajo de los que se fijan en las farmacias comerciales. El horario es de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, de lunes a sábado.
El Pérez de León II está ubicado en la populosa parroquia de Petare, que durante un tiempo ganó la fama de ser “el barrio más grande de Latinoamérica”, y que ahora, sin exageraciones, parece tener uno de los mejores hospitales del país.
Por Yesenia Chapeta / AVN
