El robot Curiosity de la NASA, enviado a Marte para buscar los ingredientes químicos y medioambientales para la vida microbiana, ha hallado trazas de compuestos que contienen carbono, una pieza esencial de la vida, según anunciaron el lunes los expertos.
"Encontrar carbono en un sitio no implica que tenga nada que ver con la vida, o con el hallazgo de un entorno habitable", dijo a la prensa el jefe científico John Grotzinger, del Instituto de Tecnología de California, en una conferencia de la Unión Geofísica Estadounidense en San Francisco. "Si tienes carbono orgánico y no tienes nada de agua, no tienes un entorno habitable", explicó.
Incluso con carbono y agua, la vida necesita otras sustancias químicas como azufre, oxígeno, fósforo y nitrógeno, para formarse y evolucionar.
"No es inesperado que esta pila de arena no sea rica en elementos orgánicos. Ha estado expuesta al duro entorno marciano", dijo el científico planetario Paul Mahaffy, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
"De verdad va a haber una búsqueda emocionante a lo largo de esta misión para buscar entornos antiguos que puedan estar protegidos de este entorno superficial de Marte y para ver qué podemos sumar a la historia del carbono", añadió.
El robot, que aterrizó en agosto en un cráter de 150 kilómetros cerca del ecuador de Marte, ya ha ofrecido pruebas de que esa área estuvo una vez cubierta de agua.
Los expertos no saben si los compuestos de carbono en el suelo son contaminación de la Tierra, llegada a la superficie marciana en cometas o asteroides, o si son indígenas y proceden de actividades geológicas o biológicas allí.
"Tenemos una pista en una medida de uno de los ingredientes importantes que contribuye a un entorno habitable", dijo Grotzinger. "Tendremos mucho trabajo que hacer para clasificar y analizar qué es", agregó.
Se espera que el robot llegue el año que viene a una capa más rica de la historia marciana, cuando examine capas de sedimentos en una montaña que se alza desde el suelo del cráter.
"Hemos empezado a encontrar las especias que hacen sabroso un estofado, los ingredientes básicos que esperarías que estuvieran allí. Sin embargo, lo que de verdad resulta interesante es cómo los combinas y los ingredientes pequeños", explicó Grotzinger.
"De lo que se trata esta misión es de ciencia integrada. No va a haber un sólo momento en el que todos nos alcemos y, basándonos en una única medición, tengamos un momento de 'aleluya'", afirmó.
La misión del Curiosity, valorada en 2.000 millones de dólares y que tiene previsto durar dos años, es la primera misión de astrobiología de la NASA desde las sondas Viking de la década de 1970.EP