El juicio de los tres estadounidenses acusados de espionaje y entrada ilegal en Irán se abrió el domingo ante el tribunal revolucionario de Teherán, un año y medio después de que fueran detenidos en la frontera con Irak.
“El juicio empezó a las 10H00 locales (06H30 GMT) bajo la dirección del juez Abolghassem Salavati y se lleva cabo a puerta cerrada”, indicó la agencia oficial IRNA. Las autoridades no dieron ningún tipo de indicación sobre el desarrollo ni la duración del juicio.
La embajadora suiza, Livia Leu Agosti, que representa los intereses estadounidenses en Irán en ausencia de relaciones diplomáticas entre Washington y
Teherán, indicó el domingo por la tarde que la primera audiencia había “acabado”.
“Habrá otra audiencia. No se fijó ninguna otra fecha, pero tendrá lugar dentro de poco”, precisó.
Solo dos de los tres estadounidenses, Shane Bauer y Josh Fattal, de 28 años y detenidos en Teherán, comparecieron ante el tribunal.
Su compañera de viaje, Sarah Shourd, de 32 años, volvió a Estados Unidos en septiembre después de haber sido liberada por motivos de salud a cambio de una fianza de 500.000 dólares.
Agosti había indicado a la agencia IRNA que se había desplazado por iniciativa propia al tribunal, pero que las autoridades no la habían autorizado a participar a los debates.
Señaló además no saber la razón por la cual Sarah Shourd, aunque recibió una convocatoria de la justicia iraní, no volvió a Irán para asistir al juicio.
“Es una decisión personal, no tengo información sobre los motivos de su ausencia”, declaró según la agencia.
Los tres estadounidenses habían sido detenidos el 31 de julio de 2009 en territorio iraní tras haber cruzado la frontera, según ellos por error, durante una excursión en las montañas del Kurdistán iraquí.
El abogado de la defensa, Masud Shafii, se quejó el sábado de no haber sido autorizado a reunirse con Shane Bauer y Josh Fattal para preparar su defensa, esperando solo poder verles el domingo “una hora o dos antes de la apertura del juicio”.
Negó de nuevo la acusación de “espionaje” que pesa sobre sus clientes, también procesados por “entrada ilegal” en Irán, indicando a la AFP que defendería su “inocencia” y pediría su liberación inmediata.
“He estudiado el caso con detalle y la cuestión del espionaje carece de fundamento. La única cuestión es la de la entrada ilegal en Irán, que, aunque es cierto, ocurrió por error porque la frontera no está marcada” en la región donde fueron detenidos, explicó.
Este delito puede ser castigado con un máximo de tres años de cárcel, una pena que puede ser conmutado por una multa, según el letrado.
Washington siempre ha desmentido la acusación de espionaje y reclamado en múltiples ocasiones la liberación de los estadounidenses.
La apertura del juicio interviene en plena celebración del 32 aniversario de la Revolución Islámica de 1979, periodo que tradicionalmente da rienda suelta a la retórica oficial antiestadounidense.
Este caso provocó, desde el principio, conflictos entre la autoridad judicial, que adoptó una línea dura, y el gobierno, que quiere minimizar el caso y facilitar la liberación de los estadounidenses, eventualmente en el marco de un intercambio
“El juicio empezó a las 10H00 locales (06H30 GMT) bajo la dirección del juez Abolghassem Salavati y se lleva cabo a puerta cerrada”, indicó la agencia oficial IRNA. Las autoridades no dieron ningún tipo de indicación sobre el desarrollo ni la duración del juicio.
La embajadora suiza, Livia Leu Agosti, que representa los intereses estadounidenses en Irán en ausencia de relaciones diplomáticas entre Washington y
Teherán, indicó el domingo por la tarde que la primera audiencia había “acabado”.
“Habrá otra audiencia. No se fijó ninguna otra fecha, pero tendrá lugar dentro de poco”, precisó.
Solo dos de los tres estadounidenses, Shane Bauer y Josh Fattal, de 28 años y detenidos en Teherán, comparecieron ante el tribunal.
Su compañera de viaje, Sarah Shourd, de 32 años, volvió a Estados Unidos en septiembre después de haber sido liberada por motivos de salud a cambio de una fianza de 500.000 dólares.
Agosti había indicado a la agencia IRNA que se había desplazado por iniciativa propia al tribunal, pero que las autoridades no la habían autorizado a participar a los debates.
Señaló además no saber la razón por la cual Sarah Shourd, aunque recibió una convocatoria de la justicia iraní, no volvió a Irán para asistir al juicio.
“Es una decisión personal, no tengo información sobre los motivos de su ausencia”, declaró según la agencia.
Los tres estadounidenses habían sido detenidos el 31 de julio de 2009 en territorio iraní tras haber cruzado la frontera, según ellos por error, durante una excursión en las montañas del Kurdistán iraquí.
El abogado de la defensa, Masud Shafii, se quejó el sábado de no haber sido autorizado a reunirse con Shane Bauer y Josh Fattal para preparar su defensa, esperando solo poder verles el domingo “una hora o dos antes de la apertura del juicio”.
Negó de nuevo la acusación de “espionaje” que pesa sobre sus clientes, también procesados por “entrada ilegal” en Irán, indicando a la AFP que defendería su “inocencia” y pediría su liberación inmediata.
“He estudiado el caso con detalle y la cuestión del espionaje carece de fundamento. La única cuestión es la de la entrada ilegal en Irán, que, aunque es cierto, ocurrió por error porque la frontera no está marcada” en la región donde fueron detenidos, explicó.
Este delito puede ser castigado con un máximo de tres años de cárcel, una pena que puede ser conmutado por una multa, según el letrado.
Washington siempre ha desmentido la acusación de espionaje y reclamado en múltiples ocasiones la liberación de los estadounidenses.
La apertura del juicio interviene en plena celebración del 32 aniversario de la Revolución Islámica de 1979, periodo que tradicionalmente da rienda suelta a la retórica oficial antiestadounidense.
Este caso provocó, desde el principio, conflictos entre la autoridad judicial, que adoptó una línea dura, y el gobierno, que quiere minimizar el caso y facilitar la liberación de los estadounidenses, eventualmente en el marco de un intercambio
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