El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no logró un acuerdo para condenar la violencia que se registra entre manifestantes y fuerzas de seguridad en Siria.
Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal habían presentado un borrador de proyecto criticando la fuerte represión que estaría ejerciendo el gobierno de Damasco sobre su población, según los informes no confirmados que provienen de la nación árabe.
De acuerdo con esos reportes, unas 400 personas habrían muerto en los choques, pero esos datos no han podido ser corroborados por los medios extranjeros, que tienen prohibida la entrada al país.
Sin embargo, las negociaciones diplomáticas en Nueva York no han logrado convencer a las delegaciones de Rusia y China -que tienen poder de veto- de suscribir el texto condenatorio.
Los analistas afirman que chinos y rusos temen que eventualmente la ONU autorice una nueva campaña de protección de civiles como la que se realiza en Libia, la que apoyaron en su momento pero cuyo resultado no les parecería satisfactorio.
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