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sábado, 10 de septiembre de 2011

Damnificados cumplen nueve meses en refugios: “Estamos bien, dentro de lo que cabe”

Al mediodía, los olores de la cocina llegan hasta el pasillo de la Casa de Museo Jacobo Borges, en la avenida Sucre. Los damnificados que duermen allí desde hace 9 meses, están organizados para mantener la limpieza, preparar los alimentos y garantizar la convivencia.
 
“¿Quién no se va a acostumbrar?, ya llevamos este tiempo aquí y estamos adaptados“, aseguró Marisol Moreno, quien se aloja en el albergue junto a 104 refugiados.

Moreno manifestó que al principio, no era sencilla la convivencia porque había personas que no cumplían con sus labores. “Después hicimos asambleas y nos organizamos. Estamos bien, dentro de lo que cabe”, se consuela.

La refugiada indicó que el próximo sábado harán una reunión en la que les informarán dónde estarán localizadas sus casas. Otra damnificada, que prefiere mantener su nombre en reserva, dice que a siete familias les prometieron la mudanza al interior.

Ella, en cambio, quiere quedarse en Caracas porque no puede estar lejos de su familia.

“En ocasiones hay diferencias entre la gente, pero son muy pequeñas. Claro que a veces me provoca irme de aquí“, dice.
Después de 9 meses, 141 damnificados carecen de privacidad en ese galpón: las literas se separan con cobijas y sábanas. Ventiladores, televisores, peluches, ropa y otras cosas están amontonados.

La dama expresó que tienen 4 meses en espera de la división de los cubículos. También pide que el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, padrino del albergue, solucione el problema de los ventiladores, la cocina y la adjudicación de viviendas.

Cerca de 30 familias se mudaron a Maturín, y ahora están ofreciendo llevar a 13 a Ocumare del Tuy. Ella dice que eso no es conveniente porque no hay fuentes de empleo.
Con información de El Nacional