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martes, 8 de noviembre de 2011

INTERNACIONALES

Carlos “El Chacal” exclama al inicio del segundo día de juicio: “Soy un duro. No soy un pobre tipo”

 (AFP) - “Soy un duro” y “voy a morir con espíritu combativo”, declaró enfurecido este martes Ilich Ramírez Sánchez alias “Carlos, El Chacal” al denunciar sus condiciones de detención y su derecho de defensa en el segundo día de su juicio en Francia por cuatro atentados en los años 80 (11 muertos).

“Soy un duro. No soy un pobre tipo y no exploto a las víctimas de los Estados terroristas”
, sostuvo “Carlos” prácticamente a los gritos detrás del cristal blindado de los acusados luego de que sus abogados denunciaran “ciertos elementos contrarios a la derecho de defensa” y antes de que uno de los abogados de la acusación le espetara: “usted es un falso revolucionario”.

Sin poder contenerse y pasando de un asunto a otro “Carlos” se quejó de la “suciedad” de la celda en la que está alojado en la cárcel parisina de La Santé -a la que fue trasladado el 26 de septiembre desde la cárcel de Poissy- y de la demora del servicio penitenciario en entregarle su ordenador para poder estudiar el dosier del proceso –92 volumenes contenidos en varios CDrom–.

“Este hombre tiene 62 años, es diabético y presunto inocente”
, sostuvo uno de sus defensores, Francis Vuillemin, tras el inicio de la segunda jornada de juicio a las 10H00 locales (09H00 GMT) tras recordar la huelga de hambre que su cliente cumplió durante diez días en protesta contra su traslado a una celda de aislamiento –que calificó de “ilegal”– por dar entrevistas a la prensa.

Un informe médico penitenciario leído en la audiencia se refiere a la huelga de hambre como “hipotética”.

Ante una sala mucho menos concurrida que la víspera, Vuillemin consideró que esas decisiones penitenciarias buscan “desestabilizarlo”.

“Corremos el riesgo de incidentes graves que perturbarían este proceso”, advirtió el letrado antes de que “Carlos” pidiera al presidente del tribunal, el juez Olivier Leurent que “haga venir un médico porque no me siento bien”.

“Soy diabético por estrés”, sostuvo “Carlos, El Chacal” tras asegurar que su situación carcelaria es “indigna de Francia, ‘el país de los Derechos Humanos”.

En su intervención, enardecida y por momentos incoherente, vestido con camisa verde oliva, vaqueros y chaqueta azul “de verano” –según se quejó–, “Carlos” pasó del reclamo por otra chaqueta, la de cuero que llevaba al llegar a La Santé y que no le han devuelto, a la calidad del pan de la víspera.

Recordó que durante los siete años que estuvo en esa prisión de París fue sometido a “16 controles diarios y nos encendían la luz de noche”.

“Me joden la vida de manera despreciable”
, enfatizó, antes de mencionar al pasar el “dinero que nos retuvo la embajada de Venezuela”, al día siguiente de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmara que su Gobierno “asumirá la responsabilidad que le toca” en la defensa de los derechos del venezolano a quien calificó de “digno continuador de las más grandes luchas”.

Condenado a cadena perpetua en 1997 en Francia por el asesinato de dos policías y un informante en París en 1975, “Carlos” es juzgado por cuatro atentados perpetrados en Francia en 1982 y 1983 (11 muertos y 150 heridos) y por los cuales también están procesados, en ausencia, los alemanes Johannes Weinrich, Christa Margot Frohlich y al palestino Alí Kamal Al Issawi.

Tras el animado debate inicial del martes, el tribunal presidido por el juez Olivier Leurent, que sesionará hasta el 16 de diciembre, comenzó la lectura del acta de acusación que debería durar cinco horas. El miércoles comenzará a examinar la personalidades de los acusados.

Leyenda de la lucha armada en la convulsa Europa de los años 70 en nombre de la causa palestina, o máximo exponente del terrorismo internacional, 30 años después “Carlos” se sigue definiendo como un “revolucionario profesional”.