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viernes, 19 de octubre de 2012

Conozca los requisitos para la beatificación del venerable José Gregorio Hernánd


Conozca los requisitos para la beatificación del venerable José Gregorio HernándezEl Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, envió una carta a los venezolanos con motivo de los 148 años del nacimiento del venerable doctor José Gregorio Hernández el próximo 26 de octubre.

Manifestó que desea difundir los requisitos para su beatificación y promover el interés por documentar bien los presuntos milagros obtenidos de Dios Nuestro Señor por su intercesión.

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EL VENERABLE DR. JOSE GREGORIO HERNÁNDEZ

Síntesis de la Carta Pastoral del Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino

Amadísimos hermanos:

El próximo 26 de octubre se cumplirán 148 años del nacimiento del Venerable Dr. José Gregorio Hernández. Con ese motivo tengo el gusto de compartir con Ustedes algunas reflexiones. Me mueve a ello el deseo de difundir los requisitos necesarios para la beatificación de nuestro Venerable, y promover el interés por documentar bien los presuntos milagros obtenidos de Dios Nuestro Señor por su intercesión.

Su vida ejemplar

Nacido en Isnotú, Estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864, se graduó de médico en 1888 en la Universidad Central de Venezuela. Luego cursó estudios superiores en Paris y, a su regreso a Venezuela, fundó en la Universidad Central las cátedras de Fisiología, Histología y Bacteriología, y se destacó como eminente investigador y profesor universitario. Pero sobre todo, conquistó el corazón de los caraqueños por su abnegada labor como médico, pues atendía con cariño y eficacia a los enfermos de todas las clases sociales, especialmente a los más pobres.

José Gregorio brilló además por la práctica de las virtudes cristianas. Creyente en Jesucristo, moldeado por la fe como hombre virtuoso, vivía intensamente los sacramentos, de manera particular la Eucaristía y la Reconciliación. Descolló especialmente por la práctica del amor al prójimo, pues veía a Cristo presente en sus enfermos, sin distinción de condición social. De hecho, su muerte, que tuvo lugar el 29 de junio de 1919, lo sorprendió cuando iba a llevar las medicinas que él mismo había recetado a una señora enferma que estaba atendiendo.

La Causa de Beatificación

La santidad del Dr. José Gregorio Hernández fue reconocida y proclamada desde el mismo momento de su muerte por el pueblo caraqueño que lo denominó “el Médico de los pobres”. Por esta razón, los fieles y las autoridades eclesiásticas lo comenzaron a considerar como ejemplo de virtudes. Años más tarde el Arzobispo de Caracas, Mons. Lucas Guillermo Castillo, inició en 1949 su Causa de Beatificación y Canonización.

El 16 de enero de 1986 el Beato Papa Juan Pablo II decretó que había vivido su compromiso cristiano y practicado las virtudes en grado heroico. Es decir, lo declaró Venerable ¡Bendigamos al Señor por este gran paso!, pues la máxima autoridad de la Iglesia Católica ha declarado que nuestro “médico de los pobres” es auténtico modelo de virtudes cristianas.

Los Milagros

Mis queridos hermanos: para la beatificación de una persona es preciso que la Iglesia, a través de la Congregación para las Causas de los Santos, declare oficialmente la autenticidad de un verdadero milagro, es decir, un hecho ocurrido con toda certeza por su intercesión, y que no pueda explicarse científicamente.

La Vicepostulación venezolana de la Causa de beatificación del Dr. José Gregorio Hernández ha presentado a la Congregación de las Causas de los Santos dos presuntos milagros. Estos fueron estudiados, uno en 1986, y otro en el año 2009. Lamentablemente no cumplieron las exigencias requeridas por esa Congregación para ser reconocidos como auténticos milagros.

Para que una curación sea admitida como verdadero milagro, es absolutamente necesario que sea instantánea y total, no explicable desde el punto de vista médico. No basta una curación lenta y progresiva, ni incompleta o parcial. Tampoco una curación sorprendente cuando se han aplicado los oportunos tratamientos médicos.

Además, es necesario que los allegados al enfermo hayan invocado expresamente la intercesión exclusiva del Venerable José Gregorio para obtener de Dios misericordioso la gracia de la sanación. Y debe ser oración de varios fieles, es decir, la gracia de la curación debe ser fruto de la oración comunitaria de una familia, de unos vecinos, de una comunidad religiosa, a Dios Nuestro Señor por intercesión del Dr. Hernández.

Exhortamos a las personas que estén en conocimiento de un hecho presuntamente milagroso a enviarnos la más completa información sobre ese hecho. Lo pueden hacer a través de sus párrocos, o directamente a S.E. Mons. Fernando Castro, Obispo Auxiliar de Caracas, y Vice-postulador de la Causa de Beatificación del Dr. Hernández, en la Iglesia de la Candelaria (Plaza de Candelaria, Municipio Libertador, Caracas), o en el Palacio Arzobispal en Caracas. También se puede notificar enviando la correspondencia a Mons Fernando Castro a la dirección de correos: Arzobispado de Caracas, Apartado 954, Caracas 1010 A. Allí será estudiado a fin de someterlo eventualmente a la consideración de la Congregación para las Causas de los Santos en Roma. También se dispone de un correo electrónico (causajosegregorio@gmail.com) donde pueden enviar información preliminar.

Además, es necesario recordar que, antes de que el Santo Padre lo declare “beato”, no se debe tributar al Dr. Hernández los honores del culto público. Es decir, no se pueden tener imágenes suyas en los Templos o Capillas u Oratorios Públicos, ni utilizar el término de “Santuario del Dr. José Gregorio Hernández”, ni invocarlo en actos litúrgicos, ni ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa en acción de gracias a él, sino por su pronta beatificación.

CONCLUSION

Mis queridos hermanos:

Roguemos insistentemente al Señor, por intercesión de su Santísima Madre, Nuestra Señora de Coromoto, que nos conceda el necesario milagro que tanto anhelamos, y que las personas que lo conozcan informen oportuna y adecuadamente sobre ello. Pidámosle que lleve a los altares a este ilustre venezolano que, por su integridad de vida cristiana, está en el corazón de todos como modelo de virtudes e intercesor privado ante Dios.

Con mi afectuosa bendición episcopal,

Caracas, 16 de octubre de 2012