La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, hizo hoy un llamamiento al Gobierno sirio para que cese con los asesinatos y la violencia como método para reprimir las protestas pacíficas de sus ciudadanos.
Pillay definió de "inaceptable" la respuesta del Gobierno a las protestas y solicitó a las fuerzas de seguridad que no usen munición real para reprimirlas.
"La comunidad internacional ha solicitado en repetidas veces al Gobierno de Bachir al Asad que no usara la violencia para reprimir manifestaciones pacíficas, y él ha hecho oídos sordos", señaló la Alta Comisionada, citada en un comunicado.
Según los datos confirmados por su Oficina, al menos 76 personas murieron el viernes a causa de la represión y otras 13 fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad durante los funerales celebrados el sábado.
"Sólo unos días después de anunciar importantes reformas, éstas se quedan en el papel y se ejerce una violenta represión y un total desprecio por la vida de los sirios. Los asesinatos deben cesar inmediatamente", agregó Pillay.
"La violencia y la represión sólo indican que, o bien el Gobierno no es serio respecto a las reformas o es incapaz de controlar sus propias fuerzas de seguridad".
Ante dicha situación, la Alta Comisionada recordó que el Gobierno tiene obligaciones internacionales que cumplir, y solicitó una investigación independiente para determinar responsabilidades y llevar a los culpables ante la justicia.
Asimismo, Pillay solicitó que cesen las detenciones de periodistas, defensores de derechos humanos y opositores y que se liberen los que fueron detenidos en los últimos días.
"Se necesita un diálogo nacional genuino, pero esto no puede suceder mientras las personas son asesinadas en las calles por las fuerzas de seguridad".
"Insto al presidente Al Assad y su gobierno a implementar rápidamente reformas para restaurar la confianza de su pueblo", concluyó Pillay.EFE
Pillay definió de "inaceptable" la respuesta del Gobierno a las protestas y solicitó a las fuerzas de seguridad que no usen munición real para reprimirlas.
"La comunidad internacional ha solicitado en repetidas veces al Gobierno de Bachir al Asad que no usara la violencia para reprimir manifestaciones pacíficas, y él ha hecho oídos sordos", señaló la Alta Comisionada, citada en un comunicado.
Según los datos confirmados por su Oficina, al menos 76 personas murieron el viernes a causa de la represión y otras 13 fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad durante los funerales celebrados el sábado.
"Sólo unos días después de anunciar importantes reformas, éstas se quedan en el papel y se ejerce una violenta represión y un total desprecio por la vida de los sirios. Los asesinatos deben cesar inmediatamente", agregó Pillay.
"La violencia y la represión sólo indican que, o bien el Gobierno no es serio respecto a las reformas o es incapaz de controlar sus propias fuerzas de seguridad".
Ante dicha situación, la Alta Comisionada recordó que el Gobierno tiene obligaciones internacionales que cumplir, y solicitó una investigación independiente para determinar responsabilidades y llevar a los culpables ante la justicia.
Asimismo, Pillay solicitó que cesen las detenciones de periodistas, defensores de derechos humanos y opositores y que se liberen los que fueron detenidos en los últimos días.
"Se necesita un diálogo nacional genuino, pero esto no puede suceder mientras las personas son asesinadas en las calles por las fuerzas de seguridad".
"Insto al presidente Al Assad y su gobierno a implementar rápidamente reformas para restaurar la confianza de su pueblo", concluyó Pillay.EFE
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