El presidente de Hungría, Pál Schmitt firmó hoy la nueva y polémica Constitución magiar, tras ser aprobada por el Parlamento hace una semana y que entrará en vigor el primer día de 2012 a pesar de las fuertes críticas que suscita dentro y fuera del país.
Con la adopción de la nueva Carga Magna, que es "húngara, nacional, moderna y europea", el año de 2011 "será importante para toda la nación", declaró el jefe del Estado tras estampar su firma en el documento en el Palacio Sándor de Budapest, la sede presidencial.
La nueva ley fundamental fue aprobada por los diputados del gobernante y conservador Fidesz, dirigido por el primer ministro Viktor Orbán, que tras arrasar en las elecciones legislativas del año pasado cuentan ahora con dos tercios de los escaños parlamentarios.
La principal crítica frente a la nueva Carta Magna es que fue redactada por un solo partido, el Fidesz, y que limita las competencias del Tribunal Constitucional.
Modifica además el proceso de aprobación de muchas leyes, pues se establece como requisito la necesidad de ser aprobadas dos tercios de los votos del Parlamento.
También ha sido duramente criticada por algunos socios de la Unión Europea (UE), cuya presidencia rotativa ostenta este semestre precisamente Hungría.
Hungría es el único país de la antigua órbita de la extinguida Unión Soviética que después de la caída del Telón de Acero no había redactado una nueva Constitución, pero sí había modificado de forma sustancial la vigente.
Con la adopción de la nueva Carga Magna, que es "húngara, nacional, moderna y europea", el año de 2011 "será importante para toda la nación", declaró el jefe del Estado tras estampar su firma en el documento en el Palacio Sándor de Budapest, la sede presidencial.
La nueva ley fundamental fue aprobada por los diputados del gobernante y conservador Fidesz, dirigido por el primer ministro Viktor Orbán, que tras arrasar en las elecciones legislativas del año pasado cuentan ahora con dos tercios de los escaños parlamentarios.
La principal crítica frente a la nueva Carta Magna es que fue redactada por un solo partido, el Fidesz, y que limita las competencias del Tribunal Constitucional.
Modifica además el proceso de aprobación de muchas leyes, pues se establece como requisito la necesidad de ser aprobadas dos tercios de los votos del Parlamento.
También ha sido duramente criticada por algunos socios de la Unión Europea (UE), cuya presidencia rotativa ostenta este semestre precisamente Hungría.
Hungría es el único país de la antigua órbita de la extinguida Unión Soviética que después de la caída del Telón de Acero no había redactado una nueva Constitución, pero sí había modificado de forma sustancial la vigente.
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